El juicio por jurados populares que tiene como acusado al policía bonaerense Juan Alberto García Tonzo, señalado por la muerte de Bastian Escalante Montoya, un niño de 10 años asesinado en Wilde en julio de 2024, entró en su etapa final con testimonios conmovedores y fuertes cruces de versiones.

La madre de la víctima, Johana Montoya, declaró ante el Tribunal Oral N°4 de Avellaneda y su testimonio generó un profundo impacto entre los integrantes del jurado. Relató que aquella tarde volvía en bicicleta del club junto a su hijo cuando comenzaron a escucharse disparos y la gente corrió en distintas direcciones. “Había mucha sangre y traté de socorrer. Pegamos la vuelta, quise salir del tiroteo. Cuando llegamos a la esquina, Bastian me dijo ‘ma’ y se desvaneció”, recordó entre lágrimas.

El niño recibió un disparo que ingresó por el omóplato y salió por el cuello. Según la mujer, el oficial acusado nunca se acercó a asistirla: “Vino, miró y se fue, ni siquiera agarró el teléfono para llamar al 911”. Más tarde, Bastián fue llevado de urgencia al hospital, pero ya había fallecido.

Durante el debate también se presentaron pruebas técnicas. Un perito balístico ratificó que todos los proyectiles hallados en la escena correspondían a la pistola 9 milímetros reglamentaria de García Tonzo. El uniformado, de 31 años, está imputado por homicidio simple con dolo eventual e intento de homicidio en exceso de legítima defensa.

En su declaración, el policía aseguró que actuó “por miedo y nerviosismo” cuando fue sorprendido por asaltantes frente a la Escuela Técnica N°3, adonde había ido a buscar a su hija. Según dijo, dos motos con cuatro hombres lo abordaron, uno de ellos lo amenazó y en ese momento extrajo su arma y disparó. “Nunca lo vi al nene”, afirmó, y reconoció haber actuado de manera negligente: “Cuando disparé interpreté que estaba en peligro. Sentí nerviosismo, traté de resguardar mi vida”.

El relato del imputado contrasta con el de la madre de Bastián, que sostuvo que él jamás intentó ayudar. La escena que ella describió, con su hijo agonizando en el suelo, se convirtió en el momento más emotivo del juicio.

En los alegatos, la fiscalía y la querella solicitaron que el jurado declare culpable a García Tonzo por homicidio simple con dolo eventual agravado por el uso de armas, al considerar que disparó de manera imprudente en un espacio público sin reparar en las consecuencias. La defensa, en cambio, pidió que se lo considere responsable de un homicidio doloso en contexto de legítima defensa.

Tras escuchar los últimos testimonios y argumentos, el jurado popular comenzó a deliberar y en las próximas horas dará a conocer un veredicto que podría marcar un precedente en torno al uso del arma reglamentaria por parte de agentes de seguridad fuera de servicio.