Investigan a modo preventivo el caso del alumno que llevó un arma de juguete al colegio San Agustín
El Juzgado Penal de la Niñez, a cargo del juez Jorge Toro, tomó intervención para evaluar el contexto familiar del niño de 8 años que llevó una réplica de arma al aula. El hecho generó preocupación entre docentes y padres.
Un episodio ocurrido en una escuela privada de Rivadavia generó preocupación entre docentes, padres y autoridades: un alumno de tercer grado del Colegio San Agustín, de apenas 8 años, llevó una réplica de arma de fuego a su aula. Aunque se confirmó que se trataba de un arma de juguete sin capacidad de daño, la situación activó los protocolos escolares y motivó la intervención preventiva de la Justicia de Menores.
El hecho fue advertido por una docente, quien notificó a la vicedirectora de que un alumno tenía un arma en su mochila. Tras verificarlo, el objeto fue retirado y entregado a la dirección del establecimiento. Desde allí se informó inmediatamente a la familia del niño y, horas más tarde, se dio aviso a la Comisaría 13°, cuyos efectivos constataron que el arma era de juguete y estaba averiada, sin representar riesgo.
Pese a tratarse de una réplica, el Juzgado Penal de la Niñez, a cargo del juez Jorge Toro, decidió intervenir de forma preventiva. Según trascendió, el magistrado solicitó la citación de los padres del menor y pidió la actuación de un gabinete psicológico, con el fin de evaluar el contexto familiar y emocional que rodea al niño.
El hecho tomó más repercusión tras viralizarse en grupos de WhatsApp de padres del curso, donde circularon mensajes de alerta e inquietud. Algunos vincularon el episodio con el reciente caso en Mendoza, donde una adolescente se atrincheró con un arma real, lo que aumentó la sensibilidad frente a estos temas.
Desde la institución educativa se emitió un comunicado oficial en el que se detalló el accionar del personal docente y directivo. En el texto, al que tuvo acceso DIARIO DE CUYO, se informó que el alumno habría explicado que no tenía intención de llevar el objeto y que su hermana lo habría colocado en la mochila. Asimismo, se indicó que “no se trató de una situación de riesgo real”, y se invitó a las familias a consultar en la comisaría si deseaban conocer más detalles.
El sistema acusatorio y el juzgado de menores de turno decidieron no avanzar con una causa formal, al no configurarse delito alguno. Sin embargo, el hecho fue tomado como una oportunidad para reforzar los protocolos escolares y generar espacios de reflexión en la comunidad educativa sobre el manejo responsable de juguetes, objetos réplicas y contenidos a los que acceden niños y niñas.
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