Alquilar en San Juan: exigen sueldos millonarios y depósitos que superan los $2 millones

Inquilinos denuncian que los requisitos para acceder a una vivienda se volvieron más estrictos que en 2024. Desde las inmobiliarias aseguran que no hay cambios, aunque reconocen que la caída del poder adquisitivo complica el panorama.

Alquilar una vivienda en San Juan se ha convertido en un desafío cada vez más difícil. Con precios que van de $300.000 a $500.000 en departamentos y de $500.000 a $800.000 en casas, los requisitos para firmar un contrato se dispararon en la misma proporción, según advirtieron desde la Asociación de Inquilinos de San Juan.

Los propietarios exigen garantes con ingresos en blanco que tripliquen el valor mensual del alquiler, lo que implica sueldos de más de un millón de pesos, además de depósitos iniciales que en muchos casos superan los $1.500.000. “Si es un trabajador común, debe pedir un crédito o endeudarse con tarjeta para llegar a esa cifra”, explicó Víctor Bazán, referente de la asociación.

El dirigente remarcó que alrededor del 30% de quienes buscan alquilar no logran hacerlo en los tiempos que necesitan, y muchos terminan mudándose a viviendas más pequeñas o alejadas para poder cumplir con las condiciones.

Lo que dicen las inmobiliarias

Desde el Colegio de Corredores Inmobiliarios, su presidente Esteban Costela negó que se hayan endurecido los requisitos: “Son los mismos que se piden desde hace más de 10 años”. Aun así, reconoció que la caída del poder adquisitivo impacta en la capacidad de los inquilinos para cumplir con las exigencias.

Costela destacó que, para facilitar los trámites, varias inmobiliarias permiten abonar honorarios con tarjeta de crédito y que cada vez se utilizan más los seguros de caución, una herramienta que reemplaza al garante tradicional mediante una aseguradora que avala el contrato a cambio de una comisión.

Mientras tanto, inquilinos y propietarios se enfrentan a un escenario marcado por la inflación, la falta de una ley que regule el mercado y la puja constante entre la necesidad de acceder a un techo y la búsqueda de seguridad económica de quienes ofrecen sus viviendas.

Op: Juan Llarena

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