Dónde recortará el gasto el Gobierno
El proyecto de Presupuesto 2026 articulado por el equipo económico incluirá recortes y reconducciones en varios frentes.
Se propone una continuidad en la quita de subsidios, que bajarían a 0,8% del PBI (0,2 puntos menos que la estimación para 2025). La intención del Gobierno es limitar el gasto en energía y transporte como uno de los grandes ahorros.
El texto ajustará transferencias a las provincias y en los ATN, con impacto directo en las cuentas provinciales; esa reducción será uno de los ejes de conflicto con gobernadores, quienes esperarán a después de las elecciones de octubre para sentarse en la mesa de diálogo que anunció Milei.
Se prevé que el documento también incluya un reordenamiento de partidas de inversión pública: mantenimiento de proyectos prioritarios ligados a la infraestructura crítica y ajuste en rubros discrecionales.
El proyecto de Presupuesto llega en un momento de tensión política para Milei: los recientes vetos a leyes que buscaban recomponer financiamiento universitario y partidas para pediatría encendieron protestas de gremios y movilizaciones sociales, y sacaron a la luz la tensión entre la búsqueda de gobernabilidad y la ortodoxia fiscal.
El oficialismo enfrenta, además, una fuerte resistencia legislativa. La coalición oficialista no controla el Congreso, por lo que ajustes duros pueden sufrir enmiendas, especialmente en educación y salud.
El proyecto de Presupuesto 2026 articulado por el equipo económico incluirá recortes y reconducciones en varios frentes.
Se propone una continuidad en la quita de subsidios, que bajarían a 0,8% del PBI (0,2 puntos menos que la estimación para 2025). La intención del Gobierno es limitar el gasto en energía y transporte como uno de los grandes ahorros.
El texto ajustará transferencias a las provincias y en los ATN, con impacto directo en las cuentas provinciales; esa reducción será uno de los ejes de conflicto con gobernadores, quienes esperarán a después de las elecciones de octubre para sentarse en la mesa de diálogo que anunció Milei.
Se prevé que el documento también incluya un reordenamiento de partidas de inversión pública: mantenimiento de proyectos prioritarios ligados a la infraestructura crítica y ajuste en rubros discrecionales.
El proyecto de Presupuesto llega en un momento de tensión política para Milei: los recientes vetos a leyes que buscaban recomponer financiamiento universitario y partidas para pediatría encendieron protestas de gremios y movilizaciones sociales, y sacaron a la luz la tensión entre la búsqueda de gobernabilidad y la ortodoxia fiscal.
El oficialismo enfrenta, además, una fuerte resistencia legislativa. La coalición oficialista no controla el Congreso, por lo que ajustes duros pueden sufrir enmiendas, especialmente en educación y salud.
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