Bolsonaro condenado a 27 años de prisión por el intento de golpe de Estado en Brasil
El Supremo Tribunal Federal responsabilizó al expresidente por liderar una organización criminal que buscó impedir la asunción de Lula da Silva en 2023. Otros exministros y militares también recibieron penas de hasta 26 años.
El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue condenado este jueves a 27 años y tres meses de prisión por haber encabezado un plan golpista contra Luiz Inácio Lula da Silva tras su derrota electoral en 2022. La sentencia fue dictada por la Primera Sala del Supremo Tribunal Federal (STF) con una mayoría de 4 votos a 1, que consideró al líder de ultraderecha responsable de haber comandado una organización criminal armada con el fin de mantenerse en el poder.
El fallo, que no admite apelación ante el pleno del tribunal, también alcanza a figuras centrales de su gobierno y de las Fuerzas Armadas. Entre ellos, Alexandre Ramagem, exdirector de la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN); Almir Garnier, excomandante de la Marina (24 años); Anderson Torres, exministro de Justicia (24 años); Augusto Heleno, exministro de la Oficina de Seguridad Institucional (21 años); Mauro Cid, exasesor presidencial; Paulo Sérgio Nogueira, exministro de Defensa (19 años); y Walter Braga Netto, exjefe del Estado Mayor (26 años).
El voto clave lo aportó el presidente de la Primera Sala, Cristiano Zanin, exabogado de Lula, quien afirmó que “las pruebas permiten concluir que los acusados pretendían romper el estado democrático de derecho”. Lo acompañaron Alexandre de Moraes, Cármen Lúcia y Flávio Dino, mientras que Luiz Fux se manifestó en contra de que el STF llevara adelante el proceso.

La Fiscalía General sostuvo que la conspiración comenzó en junio de 2021, cuando Bolsonaro lanzó una campaña de descrédito contra el sistema electoral brasileño. Tras la victoria de Lula en octubre de 2022, la ofensiva derivó en protestas, intentos de atentados y campamentos frente a cuarteles militares, donde sus seguidores pedían una intervención del Ejército.
El punto más crítico llegó el 8 de enero de 2023, una semana después de la asunción de Lula, cuando miles de bolsonaristas irrumpieron de manera violenta en las sedes de la Presidencia, el Congreso y el Supremo Tribunal en Brasilia. Para la Justicia, aquel ataque fue el corolario de un plan golpista que buscaba “instalar una dictadura en Brasil” bajo el mando del propio Bolsonaro.
Rivero. C
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