Pocito: familias reclaman limpieza y alumbrado en un barrio afectado por escombros y robos
En calle Lemos, entre 7 y 8, vecinos del loteo Sánchez de Loria denuncian abandono, inseguridad y problemas sanitarios. Piden al municipio la limpieza del terreno y la colocación de luminarias.
Vecinos del loteo Sánchez de Loria, ubicado sobre calle Lemos, entre calles 7 y 8 de Pocito, expresaron su preocupación por las condiciones de abandono e inseguridad que atraviesa la zona. Afirman que desde hace meses conviven con montículos de escombros, basura y oscuridad, lo que genera riesgos tanto para la seguridad como para la salud de las familias.
La principal denuncia apunta a los grandes montículos de tierra y escombros que quedaron tras la erradicación de un asentamiento y que nunca fueron retirados. Con el tiempo, el lugar se transformó en un foco de inseguridad. “Hay gente que se oculta ahí, es un lugar peligroso, sobre todo para quienes tenemos que salir de madrugada o volver tarde. No hay luz y es una boca de lobo”, señaló Virginia Andrada, vecina del barrio.
La falta de alumbrado público agrava la situación. Los residentes aseguran que sufrieron robos cuando se dirigen a tomar el colectivo, en sus vehículos e incluso en sus viviendas. Además, entre los escombros han encontrado animales muertos, lo que genera malos olores y riesgo sanitario. También remarcaron la proliferación de insectos y alimañas.
Los reclamos al municipio se repiten desde hace tiempo, pero hasta ahora no tuvieron respuesta. “Lo único que pedimos es que pongan dos farolas y que limpien el terreno. No parece algo tan difícil, pero seguimos esperando”, agregó Andrada.
El problema se intensifica con las lluvias. Tras el reciente temporal de Santa Rosa, los vecinos advirtieron que el terreno quedó anegado y formó lagunas que dificultan la circulación. “Todavía hay agua acumulada, es imposible pasar, sobre todo a pie. A veces tenemos que dar una gran vuelta para llegar a la parada del colectivo”, explicó la vecina.
En el barrio viven unas 20 familias que, pese a estar en un loteo privado, dependen del municipio para las tareas de limpieza y alumbrado. Los vecinos insisten en que sus pedidos son básicos: retiro de escombros, nivelación del terreno, colocación de luminarias y un mantenimiento regular. “No pedimos nada extraordinario, solo poder vivir tranquilos y seguros en nuestro propio barrio”, concluyó Andrada.
Dato: si bien la seguridad corresponde a la órbita provincial, los vecinos destacan que el alumbrado público es clave para reducir riesgos en la zona.
Op: Juan Llarena
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