Advierten que ya no hay señales de vida de la alpinista rusa atrapada a 7.000 metros
Un video difundido por una federación de Montañismo mostró falta de señales de vida en su carpa. Llevaba varada desde el 12 de agosto tras fracturarse la pierna.

Natalia tenía 47 años y según últimos registros no se pudieron corroborar señales de vida.
La tragedia de Natalia Nagovitsyna: revelaron que ya no hay señales de vida de la alpinista rusa atrapada a 7000 metros
Kubatov amplió que “todas las operaciones de rescate han sido detenidas y debemos reconocer este triste hecho para todos nosotros” y que las imágenes de la inspección se entregarán personalmente al hijo de la alpinista”.
La semana pasada, tras varios intentos frustrados por alcanzarla y la muerte de un rescatista, los operativos se suspendieron. Luego de escalar el Pico Lenin, el Kahn Tengri, el Korzhenevskaya y el Pico Comunismo (el más elevado de la cordillera del Tien Shan, en la frontera entre Kirguistán y China), a Nagovitsyna le faltaba obtener la cima del Pobeda-
Pero su actividad se vio trunca el pasado 12 de agosto horas antes de resbalar durante el descenso, caer y romperse una pierna. Fuentes locales señalaron que la mujer herida figuraba como clienta de un guía de montaña de nombre Roman, cuya certificación nadie pudo encontrar aún. También figuraban en este equipo otros dos alpinistas. Entre todos alojaron a Nagovitsyna en una tienda de campaña.
Sin radio y comida
Así, la mujer quedó en Pico Pobeda a expensas de un milagro, ya que en la zona solo operan viejos y pesados helicópteros heredados del ejército, sin capacidad para realizar operaciones de rescate a tanta altitud.
De hecho, uno de los aparatos enviados por el ejército ruso se estrelló debido al mal tiempo en una cota cercana a los 5000 metros, sin que hubiese que lamentar fallecidos. La última esperanza real de salvar a Nagovitsyna se desvaneció cuando otra nave más ligera del tipo Eurocopter declinó participar, al comprobar que las condiciones en la montaña no dejaban margen para un vuelo seguro.
El Pobeda es una montaña técnicamente compleja, con una ruta larga y expuesta a peligros de aludes, grietas, paso técnicos, aristas inestables y una larga historia de tragedias. El último contacto humano de la rusa fue un día después de quedar impedida: el italiano Luca Sinigaglia y un alpinista alemán alcanzaron su carpa, le entregaron una bolsa de dormir, comida y un cartucho de gas.
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