En San Juan, un patrón de estafas relacionadas con viviendas del IPV ha afectado a decenas de familias que entregaron dinero y documentación personal esperando recibir llaves de casas que nunca existieron. Ante esta situación, el organismo intensificó las advertencias oficiales y emprendió acciones legales para proteger a la ciudadanía.
La directora del IPV, Elina Peralta, señaló que más de 20 familias fueron afectadas inicialmente, aunque la cifra podría superar 50 casos. Los estafadores se hacen pasar por empleados públicos y utilizan nombres falsos como “Agustina Riveros”, generando confianza mediante documentos PDF, recibos con firmas y grupos de WhatsApp bajo identidades falsas. Incluso citan a las víctimas en lugares privados para simular la entrega de llaves.
Las pérdidas económicas son considerables, con pagos que van de $750.000 a $1.800.000, y los delincuentes solicitan información sensible como recibos de sueldo, fotos familiares y documentos de identidad. Peralta destacó que esta modalidad se repite desde hace más de una década, con operadores locales nunca plenamente desarticulados.
El IPV ya había advertido sobre estos fraudes en junio pasado y presentó denuncias por estafa y falsificación de documentos. La directora remarcó que el organismo no vende carpetas de viviendas y que quienes ofrezcan ventas deben ser verificados oficialmente antes de realizar cualquier transacción.
Como prevención, recomendó desconfiar de propuestas que exijan pagos para sorteos o adjudicaciones y acudir siempre a las oficinas del IPV para corroborar la legalidad de las entidades intermedias que participan en la venta de carpetas. Además, invitó a víctimas o personas con información sobre estafas a acercarse al organismo para denunciar y frenar a los estafadores.
POR LIC. EUGENIA VILA
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