El Túnel de Zonda, proyectado para conectar los departamentos de Rivadavia, Zonda y Ullum y convertirse en un nuevo atractivo turístico, atraviesa un momento crítico: aunque la obra vial principal permanece paralizada desde fines de 2023, la gestión provincial mantiene negociaciones abiertas con Nación para destrabar el proyecto. La prioridad es garantizar la continuidad del Acueducto Gran Tulum, que pasará por el interior del túnel y es vital para el abastecimiento de agua potable a más de un millón de habitantes en el Gran San Juan.

Según explicó el secretario de Obras de la Provincia, Ariel Villavicencio, los trabajos ya avanzaron en la construcción de los caminos de aproximación al túnel, pero la perforación en sí quedó pendiente. La obra enfrenta complicaciones por la reestructuración de la Unión Transitoria de Empresas (UTE) encargada del proyecto, los ajustes contractuales y el financiamiento, que involucra recursos del BID y la coordinación con el Gobierno Nacional.
“La obra del túnel de Zonda sigue activa, pero estamos en continuas negociaciones”, señaló Villavicencio, quien destacó que la inversión estimada asciende a 110 millones de dólares, un monto que obliga a planificar cuidadosamente los recursos de la provincia. Una vez reactivada, la construcción del túnel demandaría más de un año, dependiendo de la planificación y ejecución.
Un proyecto estratégico con múltiples beneficios
El túnel de 1.100 metros y dos carriles permitirá descongestionar la Quebrada de Zonda, facilitando el tránsito rápido y de carga, y ofrecerá espacio para la infraestructura de servicios esenciales: acueducto, gasoducto, tendido de fibra óptica y línea eléctrica de media tensión.
En paralelo, ante la incertidumbre sobre la reactivación del túnel principal, el Gobierno provincial ya estudia un “Plan B” para el Acueducto Gran Tulum. Esto incluye opciones como desplegar el acueducto por la Quebrada con mayor cantidad de caños y bombas, o construir un túnel exclusivo para el acueducto, soluciones que aseguran el suministro de agua y permiten anticiparse al crecimiento poblacional proyectado.
“La prioridad es destrabar la obra por el acueducto, pero si no es posible, tenemos alternativas viables para garantizar su funcionamiento”, afirmó Villavicencio, subrayando que se trata de un proyecto estratégico tanto para la provincia como para la Nación.
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