La Iglesia en San Juan intensifica la contención de jóvenes frente a la adicción a la cocaína

En San Juan, el consumo de cocaína entre niños y adolescentes de 12 y 13 años ha generado alarma entre autoridades y referentes sociales. La Iglesia Católica, a través de grupos de contención y redes de asistencia, se ha convertido en un actor clave para acompañar a las familias y rescatar a los jóvenes de la adicción.

El padre Andrés Rivero, párroco de la Catedral de San Juan, señaló que la situación es un “flagelo comparable a una pandemia”. Explicó que la Iglesia sigue las pautas del papa Francisco de ternura, cercanía y misericordia, y ha creado un grupo específico para familias con hijos que consumen drogas, funcionando como primer punto de apoyo ante la problemática.

Rivero destacó que la adicción no discrimina clases sociales y se vincula con la ausencia de sentido vital, además de verse acompañada por otras problemáticas como alcohol, apuestas online y consumo compulsivo de pornografía digital. En su visión, la respuesta requiere un abordaje integral, más allá de la acción policial o judicial, involucrando a todos los sectores de la sociedad.

“La desesperación de los padres es enorme y no se sale de la droga sin ayuda profesional, psicológica y comunitaria”, afirmó el sacerdote, instando a no ignorar la situación ni subestimar su alcance. Con la Pastoral de la Escucha, disponible de lunes a sábado, la Iglesia busca brindar acompañamiento inmediato y sostenido, sumando esfuerzos en la lucha contra un problema que afecta a toda la provincia.

Op: Juan Llarena