Donald Trump impulsa la producción de soja en EEUU y le pone presión a las exportaciones argentinas
El gobierno norteamericano busca incrementar la molienda de oleaginosa durante los próximos años. Eso dispararía sus exportaciones de harina de soja y competiría directamente con la producción argentina.
El aumento de la producción de biocombustible
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) propuso en junio elevar el corte de biocombustibles que se mezclan con los tradicionales durante los próximos dos años, lo que impulsaría la demanda de aceite de soja.
En un documento firmado por Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) al que pudo acceder Ámbito, las cámaras del agro le pidieron a la EPA que reconsiderara su postura. «Esta disposición no se basa en el desempeño ambiental y, en cambio, crea una barrera no arancelaria que perturba la competencia leal y contraviene las disciplinas comerciales de la OMC«, argumentaron.
Y agregaron: «Instamos a la EPA a revisar sus criterios para garantizar que el valor RIN del 100% se otorgue exclusivamente a las materias primas y los biocombustibles finales que cumplan con los estrictos estándares de sostenibilidad y trazabilidad de la EPA, independientemente de su origen nacional. Este enfoque garantiza un sistema basado en el mérito, evita prácticas discriminatorias y apoya objetivos ambientales genuinos».
¿Se viene el boom de la harina de soja de EEUU?
En diálogo con Ámbito, el analista agropecuario Dante Romano explicó que «el aumento de los subsidios al biodiésel está llevando a que Estados Unidos crezca en capacidad instalada de plantas de molienda», lo que trae aparejado también el aumento de la producción de harina de soja.
«El aceite lo usan para biodiésel, pero la harina de soja no se consume enteramente en el mercado norteamericano y sale a exportarse», sostuvo Romano, y advirtió el problema que eso significa para Argentina: «Como nosotros somos los principales exportadores de harina de soja, ahí tenemos un problema, porque lo que está pasando es que esa oferta adicional de Estados Unidos presiona a la baja los precios de la harina».
De manera similar, el consultor y exsubsecretario de mercados agropecuarios Javier Preciado, explicó: «Cuando se muele soja, de cada tonelada se sacan 200 kilos de aceite y 700 de harina de soja. Si empiezan a moler más soja para mandar el aceite al mercado interno, ¿qué hacen con la harina? La tienen que exportar. Eso le va a crear una competencia muy fuerte a la Argentina».
Por su parte, el titular de CIARA, Gustavo Idígoras, afirmó a este medio que ese peligro «ya es una realidad» y explicó que «la industria americana está altamente subsidiada por los beneficios fiscales del uso de biocombustibles de soja y por eso tiene excedentes mayores de harina que venden en Asia«.
Romano consideró que esa situación fuerza al agro argentino «a tomar precios más bajos para seguir exportando la harina de soja». Y ahondó: «Estados Unidos logró acuerdos comerciales con los principales compradores de harina de soja del mundo: la Unión Europea, Indonesia y Japón. Con lo cual ese problema hoy para Estados Unidos está despejado».
De todas maneras, Preciado planteó que «todavía no hay una dirección concreta, el mercado global de harinas y aceites está estable». Y ahondó: «No es que ni está volando ni está completamente deprimido, todavía es especular».
Las dudas con China
Mientras eso sucede, Estados Unidos sigue negociando con China un nuevo acuerdo comercial y uno de los puntos es la compra del país asiático de materias primas a EEUU, entre ellas, la soja. El propio Trump hizo referencia a la cuestión en una de sus publicaciones en Truth Social.
«China está preocupada por la escasez de soja. Nuestros grandes agricultores producen la soja más robusta. Espero que China cuadruplique rápidamente sus pedidos de soja. Esto también es una forma de reducir sustancialmente su déficit comercial con EEUU. Se proporcionará un servicio rápido. Gracias, presidente Xi (Jinping)», escribió el mandatario.
Pese a que la potencia asiática es el principal destino de los porotos de soja argentinos, las declaraciones de Trump no generaron preocupación en el sector. «Hay que ver a qué se refiere, porque cuadruplicar respecto de lo que importó el año anterior es una locura y este año todavía no tenía compras, entonces cuadruplicar respecto de lo que tiene ahora da cero», sostuvo Romano.
Por su parte, Idígoras llegó a una conclusión similar y sostuvo que «si Estados Unidos exportase ese volumen de soja a China, dejaría a su industria sin materia prima y Argentina podría ampliar sus ventas de harina y aceite al resto del mundo«.
Fuente: Ámbito
Rivero. C
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