Los graves incidentes ocurridos el pasado sábado 2 de agosto durante el partido de cuarta división entre Peñarol y Marquesado siguen generando repercusiones en el ámbito del fútbol sanjuanino. Las agresiones entre jugadores y la invasión de espectadores obligaron a la intervención de la Policía para restablecer el orden y garantizar la seguridad.
En este contexto, Peñarol emitió un comunicado oficial en el que repudió enérgicamente los actos de violencia y pidió una investigación profunda. “Apelamos a las autoridades pertinentes para que se identifique a los responsables de las agresiones y se apliquen las sanciones correspondientes”, señalaron desde la institución.
Por su parte, el Club Marquesado también lamentó lo sucedido, y aclaró que los hechos violentos no representan los valores ni el espíritu de la entidad. Según informaron, los disturbios se originaron dentro del campo de juego y se intensificaron cuando algunos espectadores ingresaron, generando un ambiente de alta tensión.
Ambos clubes se desmarcaron de los hechos y coincidieron en la necesidad de tomar medidas preventivas. Marquesado adelantó que ya trabaja internamente para evitar que situaciones similares se repitan.
Desde la organización del torneo se analiza la aplicación de sanciones ejemplares a los responsables, tanto jugadores como simpatizantes, con el objetivo de preservar la seguridad de los encuentros futuros y reafirmar el compromiso con un fútbol sin violencia.
Los hechos reavivaron el debate sobre la falta de controles efectivos en divisiones formativas y la urgencia de implementar protocolos de seguridad más rigurosos en todas las categorías. La comunidad deportiva pide acciones concretas para que el deporte no sea escenario de agresiones.
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