Nuevo ataque a piedrazos contra un colectivo de la Red Tulum: preocupación entre choferes y vecinos
El hecho ocurrió en La Bebida, Rivadavia. Los conductores analizan modificar recorridos, mientras el Gobierno descarta cambios por ahora y evalúa nuevas medidas de seguridad.
La inseguridad vuelve a golpear al transporte público de San Juan. Un colectivo de la Red Tulum fue atacado a piedrazos durante la noche del lunes en la localidad de La Bebida, departamento Rivadavia. El hecho generó preocupación entre trabajadores del sector y vecinos, y reavivó el debate sobre las condiciones de seguridad en los recorridos del servicio.
El episodio ocurrió en calle Comercio, cerca del establecimiento educativo Nuevo Cuyo. Según se observa en un video que circuló en redes sociales, la unidad —perteneciente a la línea TEO— sufrió importantes daños en sus vidrios, tras recibir varios proyectiles. Se presume que el ataque tuvo la intención de frenar la marcha del colectivo para intentar robar al chofer o a los pasajeros, aunque tampoco se descarta que el objetivo haya sido meramente destructivo.
Ante la reiteración de este tipo de hechos, los choferes analizan cambiar los recorridos como medida de prevención. Sin embargo, desde el Gobierno provincial descartaron esa posibilidad por el momento. “Esa no es la mejor solución. Cambiar los caminos afectaría la vida cotidiana de los vecinos y podría incluso exponerlos a nuevas situaciones de inseguridad”, afirmó la ministra de Gobierno, Laura Palma.
La funcionaria confirmó que se han pactado reuniones con las empresas de transporte para abordar el problema. “Es una situación que se ha dado de manera reiterada y existe preocupación. Se están evaluando medidas desde la Secretaría correspondiente, pero hay límites operativos. No se puede poner un policía en cada colectivo”, explicó Palma en conferencia de prensa, el pasado jueves 24 de julio.
Además, la ministra apuntó al rol de los adultos responsables en estos hechos. “En muchos casos, los ataques son cometidos por menores. Los padres deben hacer una autocrítica. No se trata solo de daños materiales, sino de poner en riesgo la integridad de trabajadores y pasajeros”, expresó.
Desde el Ejecutivo se analiza también la posibilidad de impulsar acciones judiciales contra las familias de los menores involucrados en estos actos violentos.
Mientras tanto, los trabajadores del transporte reclaman mayor protección y herramientas para enfrentar una problemática que ya se ha vuelto recurrente. El miedo entre los choferes crece y la tensión se traslada también a los usuarios, que temen por su seguridad en trayectos cotidianos.
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