La Cámara de Comercio de San Juan alertó por el impacto de las nuevas medidas en las pymes
El presidente de la Cámara de Comercio de San Juan criticó duramente la flexibilización de las normas de importación de electrodomésticos. Según indicó, la medida favorece a las grandes cadenas y pone en riesgo la subsistencia de las pequeñas y medianas empresas.
El presidente de la Cámara de Comercio de San Juan, Hermes Rodríguez, encendió las alarmas en el sector pyme tras la implementación de nuevas normativas de importación, que permiten a cada persona ingresar hasta tres electrodomésticos sin tope de monto, una vez al año.
Rodríguez señaló que la medida, que comenzó a regir esta semana, representa una amenaza directa al comercio local:
“Será una competencia desleal. Los comerciantes compraron caro y no tendrán posibilidad de reponer al mismo precio ni en las mismas condiciones”.
Pymes en desventaja
Según explicó, antes existía una limitación que solo permitía el ingreso de uno o dos artefactos con un tope de 300 dólares por vía terrestre, lo que regulaba la actividad del comercio informal. Ahora, al eliminarse esos topes, la situación cambia drásticamente.
“Las grandes cadenas ya se están movilizando. Los bancos ofrecen 12 y 18 cuotas sin interés. Las pymes no pueden competir con eso”, sostuvo.
Además, cuestionó que se hayan liberado productos en Tierra del Fuego, una zona con beneficios fiscales especiales que, según él, rompe el equilibrio del mercado interno.
Un contexto adverso con algunos repuntes
Pese al complicado panorama, Rodríguez indicó que algunos rubros registraron una leve mejora, impulsados por las bajas temperaturas:
“Se está vendiendo mucho abrigo, sobre todo camperas. Hay camperas desde los 50 mil pesos”.
No obstante, advirtió que esa recuperación podría ser efímera si no se protege al sector:
“Todo esto atenta contra la industria nacional y los puestos de trabajo. Las pymes, que son el motor económico del país, están en riesgo”.
Llamado de atención
Desde la Cámara de Comercio local piden que se revisen las nuevas normativas y que el Estado considere el impacto desigual que estas decisiones generan entre grandes empresas y pequeños comerciantes. La preocupación central es que el auge de las importaciones, sin regulaciones claras, termine desplazando al comercio formal y nacional, debilitando aún más a un sector golpeado por la inflación y la baja en el consumo.
POR LIC. EUGENIA VILA
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