Tragedia en el centro: murió por intoxicación sin que hubiera pérdida de gas
Las pericias confirmaron que no hubo fuga, pero sí una letal acumulación de monóxido de carbono por mala ventilación y uso simultáneo de cocina. La joven fue hallada sin vida en su departamento.
La muerte de Gabriela Belén Vargas (32) sigue causando consternación en San Juan. La joven fue hallada sin vida el sábado pasado dentro de su departamento en pleno centro capitalino, sobre calle Laprida, entre Ameghino y Urquiza. Este lunes, los peritos que trabajan en el caso descartaron una de las hipótesis iniciales: no hubo pérdida de gas.
Según informaron fuentes de la investigación, los equipos técnicos de Bomberos, Criminalística y la UFI de Delitos Especiales realizaron pruebas de estanqueidad en las cañerías y utilizaron medidores ambientales para detectar fugas. El resultado fue concluyente: no se registraron filtraciones.
Sin embargo, hallaron un dato crucial: las cuatro hornallas y el horno del departamento estaban encendidos desde la noche anterior. La vivienda, además, no tenía ventilación adecuada. Esta combinación habría generado una acumulación de monóxido de carbono, que derivó en una combustión lenta y silenciosa, conocida como smouldering.
“Las manchas de hollín llegaban hasta la mitad de las paredes y eran homogéneas. Eso indica que no hubo llamas, pero sí una gran temperatura generada por gases acumulados”, explicaron los peritos. Este fenómeno puede ser suficiente para provocar la asfixia y desorientación de una persona dormida.
De acuerdo con la reconstrucción, Gabriela se habría ido a dormir con la cocina encendida. A las 8:20, estuvo activa en su celular, lo que sugiere que intentó despertarse, abrir una ventana y salir, pero se descompensó antes de lograrlo. Cerca de las 9 de la mañana, se habría producido el punto de ignición.
Desde la UFI aclararon que, hasta el momento, “no hay indicios de participación de terceros”, aunque aguardan el informe técnico final de Bomberos para cerrar la causa.
El caso expone el peligro invisible del monóxido y deja una advertencia: ventilar los ambientes es clave, sobre todo cuando se utilizan aparatos de combustión a gas. Una suma de situaciones cotidianas, en un espacio cerrado, terminó con un final trágico.
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