Invierno crudo en los asentamientos de San Juan: la leña, una necesidad vital que cuesta conseguir

En zonas como el asentamiento Difunta Correa, muchas familias enfrentan la ola polar con lo único que tienen a mano: leña. La falta de acceso a servicios básicos y el alto costo de este recurso profundizan la desigualdad frente al frío extremo.

Mientras San Juan se cubre de postales invernales, con paisajes blancos y temperaturas bajo cero, en los asentamientos de la provincia la realidad es otra. En el asentamiento Difunta Correa, ubicado en Santa Lucía, familias enteras enfrentan el frío con recursos mínimos. La leña, costosa y escasa, se convierte en su única forma de calefacción frente a una ola polar que no da tregua.

Delia, una vecina del asentamiento, explica la dificultad de conseguirla: “Tenemos una estufa, pero salir a buscar leña es lo único que podemos hacer. A veces compramos, otras nos regalan. Una cepa puede costar hasta $40.000. Mi papá está enfermo y necesita calor constante, pero muchas veces no llegamos”.

La historia se repite con Zulma, quien vive una situación aún más crítica: “La leña es lo único que podemos usar. Si prendemos la estufa eléctrica, después no podemos pagar la boleta. Compramos un carrito de leña por $8.000 y no nos dura ni tres días. Estamos enfermos y el frío nos afecta la salud. Nadie nos trae leña o carbón. Nadie te da una mano”.

A sus problemas de salud se suman los sacrificios diarios. “A veces tenemos que elegir entre los remedios o la leña”, lamenta Zulma.

Raquel, otra vecina, cuenta que, a pesar de tener estufa a gas, sigue dependiendo de la leña: “Calienta más. Tiene una hermosa brasa. Cuando la Municipalidad tira ramas después de una poda, yo las junto, las seco y las uso. Eso me salva, porque está todo muy caro”.

Un invierno desigual

En los asentamientos, donde no hay acceso regular a gas natural y donde muchas veces el servicio eléctrico es inestable o insuficiente, la leña no es una opción: es la única forma de sobrevivir. Pero su costo y la dificultad para conseguirla hacen que cada jornada sea una lucha.

El impacto de las bajas temperaturas no es el mismo para todos. Mientras algunos disfrutan de la nieve, otros enfrentan enfermedades, gastos impagables y la desesperación de no tener cómo proteger a sus familias.

El contexto

Según datos oficiales del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, la pobreza en Argentina fue del 31,7% en el primer trimestre de 2025. Aunque se trata de una baja respecto al año anterior, miles de sanjuaninos siguen viviendo en condiciones precarias, donde el frío extremo expone aún más las carencias estructurales.

En ese escenario, la leña no es una alternativa romántica ni ecológica: es un bien de primera necesidad, tan vital como el pan o los medicamentos. Y en los márgenes de la ciudad, donde el Estado llega con cuentagotas, es también la frontera entre el abrigo y el abandono.

Op: Juan Llarena

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