Cómo es la “deuda flotante” de u$s60.000 millones que el Gobierno insiste en patear para adelante
Las tensiones derivadas de las restricciones cambiarias y la escasez de reservas internacionales han derivado en la acumulación de deudas que aún no encuentran salida.

La emisión de Bopreal, diseñada para aliviar esta presión, ha tenido resultados mixtos. La Serie 4, cuya primera licitación se realizó el 18 de junio, busca cancelar deudas comerciales previas al 12 de diciembre de 2023 y dividendos retenidos, con una emisión autorizada de u$s3.000 millones. Sin embargo, la persistencia de un stock elevado de deuda sugiere que las soluciones implementadas no han sido suficientes para resolver el problema estructural.
Implicaciones económicas y perspectivas
La deuda flotante no solo afecta a las empresas involucradas, sino que también genera incertidumbre en el mercado y presiona las reservas internacionales del BCRA. Al postergar la cancelación de estos pasivos, el Gobierno ha logrado moderar la demanda de divisas en el corto plazo, pero a costa de agravar los desequilibrios externos. La estrategia del Gobierno, liderada por el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del BCRA, Santiago Bausili, ha priorizado la acumulación de reservas para estabilizar las cuentas externas por la vía del endeudamiento, en lugar de adquirir esas divisas en el MULC.
Sin embargo, la liberación gradual del cepo cambiario, un objetivo clave de la gestión actual, enfrenta obstáculos debido a la magnitud de esta deuda. Según analistas, la demanda reprimida de divisas podría complicar la normalización del comercio exterior y la remisión de dividendos, afectando la confianza de los inversores.
José María Segura, economista jefe de PwC, destacó que las emisiones de Bopreal han sido un incentivo clave para las empresas, dado que no pueden acceder al MULC si recurren al mercado financiero. No obstante, la efectividad de estas emisiones depende de la capacidad del BCRA para gestionar la base monetaria y evitar impactos contractivos significativos. PPI estima que la colocación total de la Serie 4 podría reducir la base monetaria en $3,6 billones, un efecto que debe ser cuidadosamente monitoreado.
Desafíos y críticas
La gestión de esta deuda ha generado críticas. Algunos analistas señalan que la acumulación de pasivos comerciales, exacerbada desde 2024, refleja una estrategia deliberada para sostener la actividad económica en un contexto de escasez de divisas, pero con consecuencias a largo plazo. La Unión Industrial Argentina (UIA) ha advertido sobre el impacto en las relaciones con proveedores externos, especialmente para las pymes, mientras que economistas como Santiago Bulat han destacado que la deuda comercial duplica los niveles históricos habituales.
En el ámbito político, la oposición ha cuestionado la contabilidad oficial, argumentando que el Gobierno recurre a prácticas creativas para minimizar la percepción de la deuda. Por ejemplo, algunos analistas han señalado que los pasivos acumulados por los Bopreal, que superan los u$s10.000 millones, no siempre se reflejan adecuadamente en las cuentas del Tesoro. Esta controversia pone de manifiesto la complejidad de abordar un problema estructural en un contexto de restricciones fiscales y cambiarias.
Fuente: ÀMBITO
por: G. Herrera
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