Una joven brasileña cayo en un volcán en Indonesia y lleva tres días atrapada
Juliana Marins, de 26 años, cayó desde un precipicio en el Monte Rinjani durante su ascenso a la cima. Según las imágenes tomadas por drones, permanece consciente.

La joven de 26 años lleva tres dias atrapada en el volcán.
Juliana Marins, una turista brasileña de 26 años oriunda de Niterói, permanece atrapada en una zona rocosa del Monte Rinjani, un volcán activo en Indonesia, tras caer por un acantilado hace tres días durante una excursión hacia la cima. Aunque permanece consciente los equipos de rescate enfrentan condiciones climáticas extremas que dificultan gravemente su evacuación.
El incidente ocurrió el sábado 21 de junio alrededor de las 6:30 de la mañana, hora local, mientras la joven caminaba por el sector de Cemara Nunggal en dirección a la cumbre, en la isla de Lombok. Según relataron sus compañeros de excursión, la travesía era especialmente ardua debido al frío, la poca visibilidad y el terreno resbaladizo.
Marins se encontraba al final del grupo, acompañada de su guía, cuando se produjo la caída. Uno de los testigos indicó que en ese momento solo contaban con una linterna para alumbrar el sendero, lo que complicó aún más el avance.
Estado actual y operativos de rescate
Las autoridades del parque nacional informaron que, inicialmente, los rescatistas escucharon los gritos de auxilio de Juliana, lo que permitió ubicarla. Imágenes aéreas mostraron que seguía consciente y con movilidad limitada, sentada sobre terreno volcánico gris. Aunque los equipos lograron hacerle llegar suministros básicos como agua y alimentos, no han podido rescatarla debido a la complejidad del terreno y las condiciones adversas. Marins fue hallada atrapada en una repisa rocosa a unos 500 metros de profundidad, aunque más tarde se observó que ya no estaba en el mismo lugar, lo que obligó a retomar su búsqueda.
Los rescatistas lograron ubicarla nuevamente el lunes 23, pero tuvieron que suspender las labores de evacuación por el mal tiempo. La familia de la joven se mostró preocupada y denunció la falta de medidas más estrictas por parte del Parque Nacional Gunung Rinjani, que continúa abierto al turismo. Según declararon, los socorristas habían descendido 250 metros, quedando a 350 de alcanzar a Juliana, pero debieron regresar.
Desafíos técnicos y climáticos del rescate
Las operaciones de rescate han enfrentado obstáculos significativos debido al terreno extremo y las condiciones meteorológicas adversas. El parque nacional explicó que se desplegaron dos miembros del personal de rescate para alcanzar la ubicación de la víctima y verificar el segundo punto de anclaje a una profundidad de 350 metros.
“Después de la observación, se encontraron dos grandes salientes antes de llegar a la víctima, haciendo imposible instalar el ancla. El equipo de rescate tuvo que escalar para alcanzar a la víctima”, detallaron las autoridades del parque. La espesa niebla ha reducido la visibilidad y afectado el uso de drones térmicos, complicando aún más las labores de evacuación.
Se utilizando helicópteros para intentar acelerar el proceso de evacuación, pero las condiciones del terreno volcánico continúan presentando desafíos técnicos para los equipos especializados.
Gestiones diplomáticas y reacción oficial
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil confirmó que está colaborando activamente con las autoridades indonesias y que dos funcionarios de la embajada en Yakarta fueron enviados para seguir de cerca la operación de rescate. Asimismo, la familia de Juliana se encuentra en contacto constante con los responsables del tour que organizó la excursión.
Frente a las críticas, Satyawan Pudyatmoko, representante del Ministerio Forestal de Indonesia, declaró que no se cerró el acceso a la montaña ya que los equipos de emergencia evaluaron que no interfería con la misión de rescate. También señaló que se advirtió a los visitantes sobre las restricciones en la zona afectada, debido a que muchos turistas habían reservado su ascenso con anticipación. Mientras tanto, continúan los esfuerzos para poner a salvo a Juliana Marins en una carrera contrarreloj en uno de los entornos más desafiantes del sudeste asiático.


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