En muchas ciudades de Europa -pero principalmente en las metrópolis españolas, Barcelona y Mallorca– comenzó un movimiento que incluye la manifestación de cientos de personas contra el turismo masivo. Según denuncian los residentes, los visitantes expulsan a los vecinos de los barrios y disparan el precio de la vivienda.
Durante las protestas, los manifestantes exhibieron carteles con lemas como «el turismo nos roba» o «un turista más, un vecino menos». Su arma es una pistola de agua de plástico que dispara chorros de agua a los turistas, en un fenómeno que dio la vuelta al mundo, convirtiéndose en un golpe publicitario para la causa antiturismo.
Protestas contra el turismo en Mallorca. Foto: Reuters/Bruna Casas
Los manifestantes se dedicaron a rociar a turistas desprevenidos en el camino, coreando consignas y mostrando carteles de protesta durante las últimas jornadas. Incluso, dejaron un rastro de stickers en las puertas de hoteles, postes de luz y mesas de cafés al aire libre que mostraban una pistola de agua rodeada por un mensaje en inglés: “Tourist Go Home!” (”¡Turista, vete a casa!”).
Obviamente, también hubo momentos de tensión. Cuando varios manifestantes rociaron a los trabajadores de un gran albergue, los ánimos se encendieron y un trabajador escupió a sus atacantes mientras cerraba la puerta de la posada de un golpe.
Las organizaciones que protestan contra el turismo masivo afirman que el uso de viviendas para uso turístico hace que muchas de ellas salgan del mercado tradicional, lo que hace aumentar su precio tanto para la compra como para el alquiler.
Protestas multitudinarias contra el turismo se extienden por Europa
Miles de personas salieron a las calles del sur de Europa para manifestarse contra el turismo descontrolado, en un fenómeno creciente que refleja el hartazgo de los residentes frente a un modelo económico que está deteriorando la vida urbana, expulsando a los vecinos y dejando a las ciudades al borde del colapso.
Las protestas se multiplicaron en España, Portugal e Italia, con escenas que incluyeron chorros de agua contra turistas, carteles acusatorios y humo de colores frente a hoteles. Sin embargo, el caso español es paradigmático: con 48 millones de habitantes, el país recibió un récord de 94 millones de turistas en 2024.
El movimiento antiturismo en Barcelona. Foto: Reuters/Bruna Casas
Barcelona fue epicentro de la principal movilización, con manifestantes que coreaban consignas como “Sus vacaciones, mi miseria” y exhibían carteles con lemas del tipo “El turismo de masas mata la ciudad” o “Su codicia nos lleva a la ruina”.
Por: Rodo Galdeano
Fuente: Canal 26
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