CFK apela a un organismo internacional para eludir la prisión y volver al ruedo político

Tras la condena de la Corte Suprema, la expresidenta busca en la CIDH una medida cautelar que suspenda su inhabilitación y le permita competir en elecciones. Utiliza como antecedente clave el caso del colombiano Gustavo Petro.

Cristina Fernández de Kirchner no se da por vencida. Luego de que la Corte Suprema ratificara su condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por la causa Vialidad, la expresidenta mueve fichas en el tablero internacional. Su abogado, Carlos Beraldi, confirmó que presentarán el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en Washington D.C.

Según trascendió, dos abogados de un influyente estudio jurídico norteamericano ya mantuvieron reuniones con autoridades de la CIDH para preparar el terreno. El objetivo es claro: obtener una medida cautelar que deje sin efecto, de forma provisoria, el fallo de la Corte argentina y le permita presentarse como candidata en las próximas elecciones.

El argumento central del escrito, ya redactado, será que la justicia argentina vulneró el derecho de defensa de la exmandataria y que se le impide participar en elecciones libres, violando así el artículo 23 de la Convención Interamericana de Derechos Humanos. Para reforzar su posición, Cristina Kirchner citará como antecedente el caso del actual presidente de Colombia, Gustavo Petro.

Petro fue destituido e inhabilitado en 2013, cuando era alcalde de Bogotá, por presuntas irregularidades administrativas. Aunque la sentencia fue confirmada por el Tribunal Constitucional colombiano, en 2014 la CIDH dictó una medida cautelar que lo restituyó en el cargo y habilitó su derecho a ser candidato. Años después, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ratificó esa resolución con la firma, entre otros, del juez Eugenio Zaffaroni, conocido por su cercanía al kirchnerismo.

Sin embargo, las diferencias entre ambos casos son notorias. Mientras que Petro enfrentó un proceso breve por cuestiones administrativas, la causa de Cristina Kirchner duró 17 años, atravesó todas las instancias judiciales posibles y se trató de delitos de corrupción. Aún así, la ex presidenta considera que fue víctima de una proscripción política.

La jugada internacional se acelera porque el calendario electoral avanza. Las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre están a la vuelta de la esquina, y CFK quedó legalmente fuera de competencia. Esta presentación ante la CIDH aparece como su “última carta” para mantenerse en libertad y recuperar protagonismo en la arena política.

Por ahora, el Tribunal Oral Federal que la juzgó rechazó la solicitud de detención inmediata formulada por los fiscales, lo que le da margen para avanzar con la estrategia internacional. Todo indica que, una vez más, el destino político de Cristina Kirchner se disputará tanto en los tribunales como en los escenarios internacionales.

Rivero. C

Los comentarios están cerrados.