Olivícolas en crisis: el granizo provocó una caída del 25% en la producción sanjuanina
El sector olivícola de San Juan, que abarca unas 15.000 hectáreas productivas, atraviesa una de sus temporadas más difíciles. En plena cosecha de variedades aceiteras, ya se confirma una merma del 25% respecto al año pasado, con tormentas de granizo como principal causa del desplome, según lo confirmó Gonzalo Lenzano, presidente de la Cámara Olivícola de San Juan.
La cosecha aún no termina —se extenderá hasta julio—, pero desde el sector consideran que la tendencia es irreversible. De esta forma, 2025 se perfila como el segundo año consecutivo con una caída significativa en la producción. La reducción de la cosecha se suma al difícil panorama del agro sanjuanino, donde también se registraron pérdidas en viñedos y otras producciones por fenómenos climáticos extremos como viento Zonda, calor sofocante y brotes de enfermedades.
El impacto: menos aceitunas, menos exportaciones
La caída en la producción golpea directamente al aceite de oliva, ya que el 70% de la producción sanjuanina se destina a ese rubro, a diferencia de otras provincias como La Rioja, que priorizan la aceituna de conserva. Las variedades aceiteras, que se cosechan más tarde, son las más afectadas por el clima.
Además, este año no habrá un contexto internacional favorable que compense la merma. A diferencia de 2024, cuando la crisis de producción en Europa impulsó las exportaciones argentinas, en 2025 España e Italia recuperaron parte de sus mercados. Eso se reflejó en San Juan con un 60% menos de dólares generados por exportaciones de aceite de oliva y un 65% menos de kilos exportados, según datos de la Cámara de Exportadores.
Sello de calidad: una luz entre las sombras
En medio de este panorama crítico, una buena noticia llegó para el sector: el aceite de oliva virgen extra sanjuanino obtuvo el sello de Identidad Geográfica. Esta distinción —gestionada por la Cámara Olivícola y el Gobierno provincial— posiciona al producto como un aceite de calidad y origen garantizado, algo clave para su promoción en mercados nacionales e internacionales.
San Juan se convierte así en la primera provincia argentina en contar con cuatro sellos de calidad ligados al origen, junto al melón de Media Agua, el dulce de membrillo rubio y el espárrago de Médano de Oro.
“Queremos que San Juan sea reconocida como una tierra productora de aceite de oliva de excelencia. El sello es un paso fundamental para eso”, afirmó Lenzano.
Mientras el sector enfrenta el desafío de una producción golpeada, apuesta al valor agregado y a consolidar su identidad para sostener el crecimiento logrado en los últimos años.
Op: Juan Llarena
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