Condenaron a prisión perpetua a Luciana Bustos, la científica del CONICET que asesinó a su amigo en un juego sexual
El tribunal colegiado declaró este lunes culpable por unanimidad a Luciana Bustos, investigadora del CONICET, por el homicidio agravado por el vínculo de su amigo Marcelo Amarfil, durante un encuentro íntimo en el interior de un auto en el departamento 9 de Julio. La sentencia contempla la pena máxima: prisión perpetua.
Los jueces Gerardo Fernández Caussi, Guillermo Adárvez y Matías Parrón resolvieron no incorporar el agravante de alevosía, a pesar de que tanto la Fiscalía como la querella lo habían solicitado. Argumentaron que, si bien la víctima se encontraba esposada y con los ojos vendados, situación que lo dejaba indefenso, esa condición no bastaba para encuadrar legalmente el hecho como alevoso.
Durante la lectura del fallo, la sala permaneció en silencio. Bustos, visiblemente emocionada, aprovechó el momento para dar sus últimas palabras:
“Agradezco a mi familia por el cariño. Siento un profundo dolor por los familiares de Marcelo. Quiero abrazar a Graciela (su hermana). Sigo sosteniendo mi inocencia”.
La causa captó la atención pública no solo por las características del crimen —ocurrido durante un supuesto juego sexual— sino también por el perfil académico de la imputada, que era docente universitaria e investigadora del CONICET.
El tribunal dio por acreditado que Bustos planificó el homicidio, basándose en pruebas como la búsqueda previa de cloroformo y el afilado del cuchillo utilizado en el hecho. Con esta sentencia, se cierra uno de los juicios más mediáticos y complejos de los últimos tiempos en San Juan.
Op: Juan Llarena
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