Con cánticos, colores, carteles y un fervor contagioso, más de 5.000 niños participaron ayer de la 40ª Peregrinación de Niños a la Parroquia de Fátima, duplicando la convocatoria del año pasado y marcando un nuevo récord de asistencia en esta tradicional manifestación de fe.
La jornada comenzó a las 14 horas en las inmediaciones de la Catedral de San Juan, que rápidamente se vio desbordada por la presencia de niños y familias provenientes de distintas parroquias. La concentración se extendió incluso hacia la Plaza 25 de Mayo y los laterales del templo, donde los grupos participaron de animaciones, música y actividades recreativas.
A diferencia de otras ediciones, este año los organizadores solicitaron momentos de silencio y reflexión, promoviendo una caminata más introspectiva. Sin embargo, la previa fue un verdadero festival de alegría: batucadas, redoblantes y cánticos religiosos transformaron la espera en una celebración.
Uno de los momentos destacados fue la participación de los llamados “fatimeros”, niños de la Parroquia de Fátima, quienes marcharon al frente del grupo como anfitriones de la peregrinación, haciendo notar su presencia con entusiasmo.
En sintonía con los valores de cuidado del medio ambiente, la caminata también tuvo un enfoque sustentable. La Secretaría de Ambiente entregó bolsas reciclables a cada parroquia para recolectar residuos, que luego fueron depositados en contenedores especiales provistos por el municipio de Rawson, al finalizar el recorrido.
Durante el trayecto, se sumaron gestos de fe como la urna para intenciones, en la que los niños dejaron sus pedidos de oración para ser leídos durante la misa final en Fátima. Además, el Ministerio de Familia acompañó el evento con puestos de hidratación y baños químicos distribuidos a lo largo del recorrido.
La imagen de la Virgen de Fátima fue decorada con flores rojas, como símbolo de la devoción de los pequeños peregrinos, que caminaron con entusiasmo hasta su destino final, donde se celebró una emotiva eucaristía.
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