La Unión Tranviarios Automotor (UTA) convocó a un paro nacional de colectivos para el martes 6 de mayo, en reclamo de mejoras salariales. La medida afectará el servicio de transporte público de pasajeros de corta y media distancia en todo el país, desde las 00:00 del martes y por un plazo de 24 horas.
La decisión fue tomada luego de que fracasaran las negociaciones paritarias entre el gremio y las empresas del sector. Además, venció el período de conciliación obligatoria, dictado por el Gobierno nacional, sin que se alcanzara un acuerdo.
“La oferta empresarial representa un incremento inferior al 6% para los meses de febrero a junio, con sumas no remunerativas que recién se pagarían entre mayo y julio. Es una falta de respeto”, expresó la UTA en un comunicado oficial.
El gremio reclama llevar el salario básico de $1.200.000 a $1.700.000, mientras que las cámaras empresariales argumentan que el esquema actual de tarifas y subsidios los deja sin fondos para otorgar aumentos. Gustavo Larrea, secretario de la FATAP, explicó que el déficit operativo del sector ronda el 40% y que “no hay condiciones financieras para presentar ninguna propuesta”.
Durante las audiencias, las empresas ofrecieron bonos de $40.000, $50.000 y $70.000 a pagarse en distintas fechas, con un salario básico actualizado a $1.270.000. La UTA rechazó esa propuesta, calificándola como un “avasallamiento a la dignidad” de los trabajadores, ya que implica un ajuste por debajo de la inflación mensual.
El conflicto se da en un contexto de fuerte tensión en el transporte urbano. Según la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), el boleto sin subsidio debería costar $1.596,40, pero los usuarios pagan menos de $400 gracias a los subsidios estatales. A pesar de esto, las empresas aseguran que no alcanzan a cubrir los costos reales.
La Secretaría de Trabajo intentó mediar entre las partes, pero el Ministerio de Capital Humano no logró acercar posiciones y el Gobierno se mantiene al margen, alegando que se trata de una negociación entre privados. Sin embargo, tanto las tarifas como los subsidios están definidos por el Estado, lo que complica aún más la situación.
De no mediar una solución urgente, el paro afectará a millones de usuarios en todo el país, en una jornada que promete ser caótica para el transporte público.
POR LIC. EUGENIA VILA
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