Renovación de fe y compromiso en la Misa Crismal celebrada en la Catedral de San Juan

La Catedral de San Juan fue escenario este miércoles de una de las ceremonias más significativas del calendario litúrgico: la Misa Crismal, presidida por el obispo Jorge Lozano y concelebrada por los presbíteros de toda la diócesis. La celebración, cargada de espiritualidad y unidad, marcó un momento clave en la Semana Santa, en el que los sacerdotes renuevan su compromiso con Dios y la comunidad.

Durante la ceremonia se consagró el Santo Crisma, el aceite sagrado utilizado en los sacramentos del bautismo, la confirmación y la ordenación sacerdotal. Además, se bendijeron el óleo de los catecúmenos y el óleo de los enfermos, esenciales para acompañar a los fieles en los momentos más importantes de su vida espiritual.

Uno de los momentos más emotivos fue la renovación de las promesas sacerdotales, donde los curas reafirmaron su vocación y su entrega al servicio pastoral. “Este gesto expresa la unidad del presbiterio con su obispo y el deseo de seguir sirviendo al pueblo de Dios con fidelidad”, expresó Lozano durante la homilía.

La misa culminó con la entrega de los santos óleos a representantes de todas las parroquias, quienes los utilizarán durante todo el año en sus comunidades. En palabras del obispo, se trató de una celebración que no solo fortalece la vocación de los sacerdotes, sino también la fe de todo el pueblo católico, invitado a vivir con compromiso y esperanza el misterio de la Pascua.

Op: Juan Llarena