Habló la víctima del cura de Lomas de Zamora, condenado por abuso: “Gente de más arriba lo sabía”
La joven mencionó que recibió varios mensajes amenazantes luego de que presentara la denuncia contra el sacerdote Daniel Amado Martín Bustamante

A días de que el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 4 de Lomas de Zamoracondenara al sacerdoteDaniel Amado Martín Bustamante por abuso, su víctima habló por primera vez tras presentar la denuncia y aseguró que “gente de más arriba lo sabía”.
Los abusos comenzaron en 2018, cuando la joven tenía 17 años. Durante la investigación y el juicio, el religioso sostuvo que habían sido novios. Según la sentencia que lo halló culpable de múltiples hechos de abuso sexual gravemente ultrajante, el acusado utilizó su posición como sacerdote para someter a la víctima. Así, lo condenó a 9 años y medio de prisión.
Luego de permanecer en silencio, la víctima habló con el programa radial “¿De qué lado estás?”, al aire de Radio La Plata 90.9y contó que ha recibido mensajes en los que algunas personas le decían que “se iba a ir al infierno”, razón por la que aún le cuesta expresarse públicamente sobre lo que vivió. “Había un mensaje muy particular, que había un mensaje que no lo olvido que decía: ‘En caso de que fuera verdad, igual te vas a ir al infierno’”, indicó.
En ese sentido, planteó: “Uno va a la Iglesia a reparar su alma, a conectarse con Dios y cuando uno cuenta su historia de abuso en un medio de comunicación, el impacto es mucho más de la experiencia personal de uno”.

“Hablar sobre esto provoca cierta reacción en la sociedad, a veces conciencia, genera debate y cuestiona algunas estructuras de poder que están sostenidas desde el secreto y la impunidad”, valoró.
Con respecto a su agresor, la víctima aseguró: “Yo soy la primera denunciante, pero yo no soy la primera persona que sufrió abusos”. “Entonces eso es muy importante, visibilizar, porque fue algo que fue sostenido durante muchos años y encubierto también”.
De esta manera, reiteró que “no es que era algo desconocido”. “Gente de más arriba lo sabía y no han hecho nada y lo han ordenado, lo han pasado de parroquia, lo han tratado como a un nene cuando se manda macanas, así es como la Iglesia se maneja”, se quejó la joven.
“Ellos hablan de pecado, nosotros hablamos de delito. Ellos dicen ‘ay pecan, porque bueno, la carne es débil’. Entonces, cuando sucede un abuso, ¿qué hacen? Los trasladan. Nosotros que sufrimos abuso muchas veces nos vemos atrapados en el miedo, en la culpa, en el autorreproche y lo peor es que también creyendo que nuestra experiencia es única y que lo peor es que no vamos a ser escuchadas”, reclamó.
El fallo contra Bustamante
Cuando el cura oficiaba en la Catedral de Lomas de Zamora en 2018, la adolescente de 17 años asistía regularmente al lugar. Fue en ese contexto que comenzó el calvario de la víctima.
Bustamante sometió en reiteradas ocasiones a la joven a tocamientos en los pechos y en la zona íntima.Según el fallo, aprovechó su rol de guía espiritual para generar un vínculo de dependencia con la víctima, quien confiaba en él.
El 9 de enero de 2018, Bustamante invitó a la joven a almorzar a la Catedral, aprovechando que los demás sacerdotes estaban de vacaciones. Durante la comida, le suministró grandes cantidades de alcohol y, posteriormente, le ofreció una pastilla de clonazepam.
Con la víctima en un estado de semiinconsciencia, la llevó a su habitación y la violó. Al despertar, la joven sintió dolor en la zona genital y no recordaba completamente lo ocurrido. A la mañana siguiente, el sacerdote volvió a darle una pastilla, asegurándole que la ayudaría a “tranquilizarse”.
El tribunal determinó que la víctima no tenía la capacidad de resistirse debido a la relación de poder que existía entre ambos, la manipulación psicológica ejercida por Bustamante y la vulnerabilidad en la que se encontraba. Según la sentencia, el sacerdote no se detuvo en sus abusos, consolidando un vínculo de dominio sobre la joven.
Cuando Bustamante fue trasladado a la Iglesia de Nuestra Señora de Fátima en Lomas de Zamora, su contacto con la víctima no se interrumpió. Por el contrario, el cambio le dio mayor libertad de acción al dejar la Catedral, donde ya no tenía a toda la comunidad observándolo.
En reiteradas ocasiones, la citaba por la noche, indicándole en qué esquina debía esperar para que él pasara a buscarla. Luego, la llevaba a la casa parroquial, le daba alcohol y abusaba de ella.
Según la sentencia, en algunos episodios, Bustamante despertaba a la joven en medio de la noche, masturbándose con su mano. En otras ocasiones, la violaba mientras ella dormía o estaba inconsciente por el alcohol y las pastillas.
El tribunal determinó que el suministro de sustancias y el estado de vulnerabilidad de la víctima anulaban completamente cualquier posibilidad de consentimiento. A su vez, resolvieron que Bustamante ejercía una relación de poder asimétrica sobre la víctima, una feligresa que confiaba en él como su guía espiritual. La sometía mediante el uso de drogas y alcohol, anulando su voluntad.
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