Los depósitos en dólares vuelven a caer: en cuatro meses se fue casi el 20% del efectivo que entró al blanqueo
Desde el pico de fines de octubre, cayeron u$s4.284 millones. Junto a la intervención del BCRA sobre la brecha y los pagos de deuda, son factores claves de presión sobre las reservas.
Salida de depósitos en dólares y la estrategia del BCRA
Mantener el nivel de depósitos privados en dólares resulta clave para la estrategia del equipo económico. El incremento del stock fue lo que generó un plafón de dinero prestable a los bancos, que permitió aumentar fuertemente el otorgamiento de crédito en dólares a las empresas. El Gobierno se encargó de estimular ese círculo, con un claro incentivo al “carry trade” al pagar tasas de interés en pesos superiores al ritmo de devaluación impuesto por la “tablita” de Luis Caputo y Santiago Bausili. Esto llevó a que muchas empresas se apalancaran con financiamiento en dólares y se pusieran a hacer tasa en pesos en busca de jugosos retornos en moneda dura.

¿Por qué a los funcionarios les interesaba que esto sucediera? Porque los préstamos en dólares se liquidan automáticamente en el mercado oficial de cambios. Eso incrementa la oferta de divisas en esa plaza y le permite al BCRA obtener un saldo comprador. En el último tramo del año pasado y en los comienzos de 2025, fue uno de los pocos factores de peso que le permitió contrarrestar parcialmente el creciente déficit de cuenta corriente cambiaria. Ese rojo se incrementa al compás de la apreciación que propicia el Gobierno para contener la inflación hasta las elecciones y demanda tener importantes ingresos por el lado de la cuenta financiera.
Lo cierto es que el drenaje de depósitos y la expansión sostenida del crédito en moneda extranjera fueron comiendo la capacidad prestable en dólares, al menos para prestarles a los exportadores. Aunque ese tipo de financiamiento aún tiene margen para seguir en alza. La pregunta clave es cuál es el margen remanente.
La consultora 1816estimó que, apoyados en el incentivo al “carry trade”, podrían generarse al menos otros u$s3.000 millones en el corto plazo. En la actualidad el stock de préstamos en dólares al sector privado superó los u$s13.500 millones y el informe de 1816 recordó que, con un nivel de depósitos similar, el stock máximo durante el gobierno de Mauricio Macri fue de u$s16.600 millones.
Más allá de que el BCRA flexibilizó las restricciones y habilitó que los bancos puedan prestarle dólares a empresas no exportadoras y personas humanas si esos fondos son obtenidos a través la colocación de deuda en el exterior, en la city consideran que a este puente de divisas le quedan unos pocos meses de cuerda.
Presión sobre las reservas
Mientras el esquema cambiario suma cuestionamientos de economistas de todo el arco ideológico y el Gobierno se aferra a la negociación por un salvavidas del FMI, todos miran las arcas del BCRA. Precisamente, el drenaje de depósitos en dólares es uno de los factores que suma presión sobre el nivel de reservas brutas ya que afecta el nivel de los encajes (el efectivo mínimo que, por normativa, tiene que quedar resguardado en el Central).
No se trata del único. Se suma a los pagos de deuda externa y a la creciente intervención que realiza la autoridad monetaria para evitar que se ensanche la brecha cambiaria. En enero, por caso, destinó u$s984 millones de las reservas para intervenir de forma directa sobre los dólares financieros; un monto que se suma a los cerca de u$s1.500 millones de exportaciones que se liquidaron en el CCL a raíz de la continuidad del “dólar blend”.
Las reservas netas siguen en terreno bien negativo: entre u$s4.000 millones y u$s10.000 millones, dependiendo de la metodología que se use. Las reservas brutas siguen en baja. Y los analistas estiman que, con este esquema, habrá un faltante de divisas este año de entre u$s9.000 millones (consultora 1816) y u$s13.000 millones (CP Consultores). Un agujero que Javier Milei y Luis Caputo quieren cubrir con el nuevo endeudamiento del Fondo, que justamente exige una modificación del esquema cambiario, con mayor ritmo de devaluación y desarme del cepo.
Fuente: ÁMBITO
Por: Graciela Herrera
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