Luego de varios días de tensión en el transporte público, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) decidió no avanzar con un paro, pero anunció que se mantendrá en estado de alerta hasta el próximo lunes. La medida se toma luego de una serie de restricciones de servicio que se implementaron entre el sábado y el martes de esta semana, como parte de una protesta por la deuda salarial que la Cámara Empresaria ATAP mantiene con los trabajadores del sector.
En un comunicado emitido este miércoles, el gremio de los transportistas explicó que, tras agotar todas las instancias de diálogo con los representantes de ATAP, la situación sigue sin solución. La Cámara Empresaria, según lo indicado por la UTA, sigue sin poder cumplir con el pago de los salarios correspondientes al mes de noviembre, lo que generó un malestar generalizado en los trabajadores del sector.
«La imposibilidad de la Cámara Empresaria ATAP de abonar la deuda salarial correspondiente al mes de noviembre llevó a que, en un último gesto de los trabajadores, decidamos no ir a paro, pero mantenernos en estado de alerta», detalla el comunicado del sindicato. Además, se aclara que los trabajadores seguirán en sesión permanente con los cuerpos de delegados hasta el lunes, día en el que se evaluará la situación.
La medida de alerta implica que, si no se efectúa el pago de los salarios adeudados durante el transcurso del fin de semana, el gremio convocará a una reunión de la Junta Ejecutiva y los cuerpos de Delegados para analizar las posibles acciones a seguir. De no cumplirse con los pagos, las medidas de fuerza podrían intensificarse, afectando aún más el servicio de transporte público.
El gremio de la UTA ha dejado en claro que, aunque se evita el paro por el momento, la situación sigue siendo insostenible si no se salda la deuda pendiente, lo que deja abierta la posibilidad de nuevas protestas en los próximos días. El lunes, tras la reunión, se definirá si las medidas de fuerza continúan o si, finalmente, se alcanza un acuerdo entre las partes.
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