Ramiro Marra admitió que lo «sorprendió» su expulsión de La Libertad Avanza
El legislador porteño reafirmó, sin embargo, su apoyo al Gobierno de Javier Milei, al que le tiene «cariño personal».
A su vez, llamó a «dejar de lado cualquier discusión política, partidaria, de sellos y de rótulos que no ayudan». Para finalizar, señaló que «no me voy a callar. Estoy acá para seguir gritando viva la democracia».
«Gracias a todos por los mensajes de apoyo e incentivos para seguir trabajando», escribió Marra en su descargo, que finalizó con dos mensajes: «Que viva la lealtad. Que viva la libertad».
Ramiro Marra, afuera del oficialismo: la trastienda de la jugada de Karina Milei
La expulsión de Ramiro Marra de La Libertad Avanza no sorprendió a nadie en Casa Rosada ni en el entorno del legislador, en donde sabían que el economista tenía los días contados en las filas del oficialismo. En ambas terminales admiten además que la jugada «fue toda de El Jefe», es decir, de Karina Milei, quien lo tenía entre ceja y ceja desde hace tiempo.
La hermana del Presidente ingresó airosa este jueves por la explanada ubicada sobre la avenida Rivadavia junto a su perro Thor, con rumbo a la reunión de la mesa chica de Javier Milei. No es para menos: en una misma semana logró quitar del camino a dos personas que no gozaban de su confianza -factor sine qua non– para permanecer en LLA. Además de Marra, el otro caído en desgracia fue el exsecretario de Prensa, Eduardo Serenellini.
En los despachos oficiales admitieron a Ámbito que la gota que rebalsó el vaso llegó en diciembre, cuando Marra dijo en un estudio de televisión que su vínculo con Karina Milei estaba «diez puntos». En ese entonces, en Balcarce 50 salieron rápido a aclarar que no se hablaban desde la campaña en el Hotel Libertador. Desde aquellas épocas, la funcionaria observaba con desconfianza cómo crecía la imagen pública de Marra y objetaba que el economista quisiera tener trato directo con Milei sin pasar primero por su filtro.
Otra de las cosas que inquietaba a El jefe es que el terreno legislativo porteño es un lugar fuera del alcance del Gobierno. Bajo dominio del macrismo, el control sobre la actividad de Marra y Eugenio Casielles, su socio político, se dificultaba. Ambos habían encarado una jugada riesgosa apenas terminada la campaña: confrontar con Karina, una interna en la que ambos terminarían perdiendo. De hecho, Casielles se abrió antes con su nuevo sello Transformación, con el que aspira a competir este año. En ese entorno esperaban que Marra, libertario de la primera hora, pudiera ser parte de las listas de LLA para las elecciones a legislador de este año. Pero, precavidos, trabajaban en otros sellos para una excursión por fuera, si hiciera falta. «Tenemos tres sellos», se escuchó por caso en la vieja oficina de Bull Market.
Para este problema, Karina también se puso al frente de la negociación. El miércoles, antes de conocerse la expulsión del legislador, Pilar Ramírez -a quien la hermana del Presidente conoce desde años- armó un bloque propio junto a Lucía Montenegro y Leonardo Saifert. Como si esto fuera poco está previsto que este sábado, mientras se espera una masiva movilización en repudio de las declaraciones de Javier Milei en Davos, Karina Milei participe de una jornada de afiliación en el distrito que gobierna Jorge Macri.
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