La gruta de Sierras Azules renace tras ser vandalizada: imágenes restauradas con esfuerzo comunitario
Gracias al esfuerzo comunitario, las imágenes de la Virgen del Valle, la Virgen de Luján y el Cura Brochero ya están restauradas y la gruta vuelve a ser un lugar de fe para la comunidad.
La gruta de Sierras Azules, en el departamento Zonda, ha sido restaurada después de los daños sufridos por actos de vandalismo el pasado mes de diciembre. El proceso de recuperación comenzó el 10 de enero y, a pesar de los desafíos, la obra ya está concluida, con las imágenes de la Virgen del Valle, la Virgen de Luján y el Cura Brochero, que habían sido destruidas, colocadas nuevamente en su lugar.
Recuperación a contrarreloj
El proyecto de restauración fue posible gracias a la colaboración de la comunidad local, quienes se unieron para restaurar este importante santuario. Durante las festividades de fin de año, las imágenes fueron destruidas en un acto vandálico que conmocionó a los vecinos. La tarea de reconstrucción no fue sencilla: además de las dificultades para acceder al santuario, debido a su ubicación en una zona de difícil acceso, las lluvias que azotaron la provincia durante las últimas semanas complicaron aún más la situación.
Pese a estos obstáculos, los vecinos, con la ayuda de metalúrgicos y la comunidad gaucha de Zonda, lograron restaurar la gruta en un tiempo récord, utilizando materiales recuperados de las estructuras dañadas para mantener la autenticidad del lugar. Se transportaron materiales a través de mulas y caballos para superar la falta de acceso vehicular.
El regreso de las imágenes sagradas
Las imágenes restauradas de la Virgen del Valle, la Virgen de Luján y el Cura Brochero fueron colocadas con respeto y devoción, siguiendo las directrices de la comunidad, que pidió una reconstrucción fiel a las imágenes originales. El acto de restauración no solo restauró un santuario físico, sino que devolvió a la comunidad un símbolo de fe y esperanza.
“Este trabajo es un reflejo del amor y la unión de los habitantes de Zonda. Es un símbolo de resistencia ante la adversidad y de la importancia de preservar lo que representa nuestra identidad y nuestras creencias”, señalaron los organizadores de la restauración.
Un lugar de fe y unión
Con la restauración completada, la gruta de Sierras Azules se reintegra como un punto de encuentro espiritual para la comunidad local y los visitantes. Este santuario, que atrae tanto a fieles como a turistas, especialmente a aquellos interesados en realizar senderismo en la zona, ha sido recibido con alegría por los habitantes de Zonda y de las localidades cercanas.
Las autoridades locales, además, hicieron un llamado a los turistas para que respeten las imágenes y el entorno natural del lugar, considerando que la gruta es un símbolo de la historia, la fe y la cultura de la región.
POR LIC. EUGENIA VILA
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