Condenan a falsos trabajadores de Naturgy por robo violento en Capital

El hecho ocurrió alrededor del mediodía, cuando los delincuentes, vestidos con uniformes que simulaban ser de la compañía, tocaron el timbre de la vivienda y dijeron que debían realizar un chequeo en las conexiones eléctricas. Las ocupantes del domicilio, confiadas en la aparente legitimidad de los «técnicos», permitieron que ingresaran. Una vez dentro, los sujetos sometieron a la propietaria y a su empleada, llevándolas a una habitación donde las ataron con precintos y las amenazaron con violencia para exigirles dinero y objetos de valor.

Los delincuentes lograron sustraer dólares, euros, pesos argentinos, joyas de oro y plata, además de monedas antiguas y billetes de colección. Sin embargo, la hija de la empleada, que se encontraba en otra habitación, aprovechó la oportunidad para llamar al 911. Gracias a la rápida intervención de la policía, dos efectivos en bicicleta pudieron interceptar a los ladrones cuando intentaban huir del lugar.

La persecución se extendió por las calles Salta y Rivadavia, donde los delincuentes fueron finalmente detenidos. Durante las requisas, se encontraron los objetos robados en mochilas y prendas de los acusados, confirmando que habían perpetrado el robo. La intervención policial y el procedimiento expedito permitieron recuperar los bienes sustraídos y garantizar la seguridad de las víctimas.

Sentencia y condena
El caso fue liderado por la fiscal Virginia Branca, quien contó con la colaboración del ayudante fiscal Carlos Ortiz. En el juicio abreviado, el tribunal resolvió que Javier Omar González sería condenado a dos años de prisión en suspenso, además de medidas restrictivas como la prohibición de acercarse al domicilio de las víctimas y realizar actos intimidatorios o molestos.

Por su parte, Daniel Alejandro Ponce, quien fue declarado reincidente, recibió una condena más severa de dos años de prisión efectiva, y permanecerá bajo prisión preventiva mientras se cumpla su sentencia.

El sistema de Flagrancia, que permite una rápida resolución de los casos de delitos flagrantes, fue clave en la agilidad del proceso, logrando esclarecer el hecho en poco tiempo y restituir los bienes a sus propietarios.

Este caso resalta la importancia de la pronta acción policial y judicial para desarticular rápidamente este tipo de delitos y garantizar la seguridad de los ciudadanos. La rápida respuesta al llamado de la hija de la empleada fue fundamental para evitar que los delincuentes pudieran escapar con el botín y para evitar mayores daños a las víctimas.

POR LIC. EUGENIA VILA