Ya son 6000 las personas evacuadas en la ciudad de Malibú, en el oeste de California, por un nuevo incendio aún fuera de control. Esto provocó el cierre de carreteras y escuelas frente al peligro de que el fuego se siga propagando.
Según la información del Departamento de Bomberos de California (FireCal), “Franklin”, como se lo conoce al incendio, ya arrasó con 2200 acres (1 acre equivale a 4047 metros cuadrados, por lo que ya son casi 9 millones de metros cuadrados destruidos). El fuego sigue expandiéndose por la costa del Pacífico, y provocó el cierre casi automático de todas las escuelas en el centro y el este de Malibú, donde viven más de 10.000 personas. De acuerdo a la información proporcionada por FireCal en su comunicado, se clausuró la ruta que atraviesa la costa del Pacífico entre Carbon Canyon y Corral Canyon, para facilitar la evacuación en las zonas afectadas.
Las llamas se originaron este lunes por la noche, a la altura de la carretera de Malibú Canyon, junto al parque estatal Malibú Creek. Es en esa zona donde los bomberos trabajan intensamente para apagar el incendio. En ese mismo lugar se encuentra la Universidad de Pepperdine, que durante la noche del lunes se vio obligada a emitir una orden de desalojo a su propio personal del campus por la rápida expansión de “Franklin”. El comunicado emitido alertaba: «Todos los miembros de la comunidad en el campus de Malibú deben refugiarse en el Centro del Campus Tyler o en la Biblioteca Payson».
El Servicio Nacional de Meteorología mantendrá hasta este miércoles el anuncio de alerta roja por fuertes vientos en Los Ángeles, así como en Ventura, que podrían alcanzar hasta 120 kilómetros por hora y complicarían la situación.
California es un Estado que ya conoce de fuertes incendios en los últimos años. De hecho, el más fuerte de los siniestros desde que se llevan registros ha sucedido en 2018, cuando la misma ciudad de Malibú fue evacuada. En aquel entonces llegaron a registrarse 44 muertos, y la ciudad de Paradise y la localidad de Concow fueron las más perjudicadas, mientras que llegó a haber 200 personas desaparecidas. Al año anterior, en 2017, había ocurrido la tragedia de Santa Rosa, en el mismo estado, cuando otro incendio terminó con la vida de 22 personas.
En este caso, aún se desconoce la cantidad de víctimas y la magnitud de los daños que produjo este incendio, así como también las autoridades continúan investigando el origen de las llamas.
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