Este domingo, a los 54 años, falleció Mónica Lencina, una de las principales referentes del movimiento de trabajadoras sexuales en Argentina. Lencina, quien integraba la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (AMMAR) en su filial San Juan, luchaba contra el cáncer y padecía asma. Su muerte ocurrió en su hogar en Villa Marini, Santa Lucía, alrededor de las 10:30 de la mañana, cuando sufrió una descompensación y colapsó en el comedor de su casa.
Familiares de la activista, que se encontraba acompañada por su esposo y dos hijos en ese momento, llamaron inmediatamente a la ambulancia, pero el personal sanitario que arribó al lugar solo pudo constatar su fallecimiento. La Policía de la Comisaría 29° también se hizo presente, mientras que el médico legista que examinó el cuerpo indicó que no se encontraron signos de violencia. No obstante, debido a los antecedentes médicos de Lencina, se solicitó la realización de una autopsia para determinar la causa exacta de su muerte.
Mónica Lencina fue una figura fundamental en la defensa de los derechos de las trabajadoras sexuales, luchando por la dignificación de la profesión y la erradicación del estigma social. A lo largo de su carrera, fue una de las principales voces en la visibilización de las problemáticas que enfrentan estas trabajadoras, incluyendo la violencia de género, la falta de acceso a servicios de salud adecuados y la necesidad de un reconocimiento laboral formal.
Durante su vida, Lencina también participó activamente en espacios de discusión política y social, destacándose por su participación en foros de derechos humanos y por la promoción de leyes que protegieran los derechos de las trabajadoras sexuales en Argentina.
El fallecimiento de Lencina es una gran pérdida para la comunidad de trabajadoras sexuales, que pierde a una de sus defensoras más comprometidas. En su lugar, queda un vacío difícil de llenar, pero su legado como luchadora por los derechos de las mujeres y las trabajadoras sexuales perdurará en el tiempo.
La fiscalía de la UFI Delitos Especiales, a cargo de Francisco Pizarro, y el ayudante fiscal César Recio, siguen investigando las circunstancias de su muerte, aunque se descarta por el momento la existencia de un hecho criminal. La comunidad local y el movimiento de trabajadoras sexuales ya han comenzado a organizar homenajes para rendir tributo a la vida y la obra de Mónica Lencina.
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