Netanyahu, con varios frentes abiertos
El líder israelí destacó conversaciones con Trump, admitió haber «dado luz verde» al ataque remoto sobre el Líbano, y tuvo que lidiar con acusaciones de extorsión.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, publicó un comunicado este domingo en el que reafirmó su cercanía con el nuevo presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, con quien habló tres veces desde las elecciones, y enfatizó la «amenaza iraní» como el eje de sus conversaciones, para luego tratar los disturbios en Amsterdam. El mismo día admitió haber autorizado el ataque a los pagersde Hezbolá en septiembre, y lanzó otro comunicado en el que abordó las acusaciones de extorsión en su contra.
Durante la sesión de este domingo del Consejo de los Ministros israelíes, el primer ministro admitió haber autorizado los ataques de bíperes en el Líbano en septiembre, que dejaron 11 muertos y 4000 heridos, según informó el portavoz de Netanyahu, Omer Dostri. La operación no había sido reivindicada hasta la fecha.
Diplomacia
En el marco de una tension creciente en el Medio Oriente, en donde Israel protagoniza una guerra a dos frentes en Gaza contra la organizacion islamista Hamas y en el Líbano con el grupo chiita Hezbolá, el premier israelí aseguró que tanto Trump como él ven «la amenaza iraní en todos sus componentes y el peligro que representa», según expresó en un videocomunicado difundido por su oficina.
En el mismo, Netanyahu aseguró que sus intercambios con Trump fueron positivos, y que en ellos discutieron sobre oportunidades «en el campo de la paz y su expansión, pero también en otros campos», aunque no dio mayor detalle.
El dirigente conservador israelí había celebrado antes «el regreso histórico a la Casa Blanca» de Trump, que en su primer mandato había multiplicado los gestos a favor del Estado israelí, como el traslado la embajada estadounidense a Jerusalén, o el cese del apoyo a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), a la que Israel prohibió operar en su territorio el lunes pasado.
El retorno de Trump a la Casa Blanca marca un interrogante sobre el curso de las guerras.
Por un lado, el presidente electo prevé mantener un apoyo constante a Israel. Por el otro, en su primer discurso tras ganar las elecciones, el líder republicano aseguró que su gobierno no apoyaría conflictos armados. «Yo no voy a empezar una guerra. Yo las voy a parar», sentenció Trump durante su acto de victoria en Palm Beach
Israel, sin embargo, sostiene la idea de una asociación militar entre ambos países. «Juntos reforzaremos la alianza estadounidense-israelí, recuperaremos a los rehenes y nos mantendremos firmes para vencer al eje del mal dirigido por Irán», escribió en su cuenta de X el nuevo ministro israelí de Defensa, Israel Katz, un día después de la elección.
Además de afirmar su cercanía con Trump, el mandatario usó el videocomunicado para condenar los sucesos violentos en Ámsterdam, donde hinchas del Maccabi Tel Aviv fueron agredidos por manifestantes propalestinos, luego de pasearse por la ciudad cantando lemas anti árabes y quemando banderas palestinas.
Netanyahu subrayó que las agresiones coinciden con las denuncias presentadas ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por genocidio en Gaza, o la investigacion del Tribunal Penal Internacional (TPI) por crimenes de guerra, ambos organismos localizados en La Haya.
«En ambos casos hay un peligroso antisemitismo que pretende dejar indefensos a los judíos y a su país (…) para negar a nuestro país el derecho a defenderse, negar a sus ciudadanos su derecho a la vida», argumento el mandatario.
Ese mismo día, el Consejo de Seguridad nacional instó a los ciudadanos israelíes en el extranjero que se abstengan a «asistir a encuentros deportivos y actos culturales en los que participen israelíes».
Extorsión
El primer ministro también tuvo que lidiar con las acusaciones en su contra este domingo, según las cuales habría extorsionado a un oficial de su secretaría militar para que altere las actas de las discusiones previas al ataque del 7 de octubre de 2023, que desató la guerra en Gaza.
Luego de que, este domingo, la radio pública israelí Kan difundiera el nombre de Tzachi Braverman, su jefe de Gabinete, como quien chantajeó al efectivo militar a cambio de la alteración de las actas, Netanyahu emitió un comunicado en el que desestimó las acusaciones como una «caza de brujas organizada y diseñada para dañar el liderazgo del país».
Aunque el abogado de Braverman aseguró que él mismo no posee ningún tipo de «documentación sensible» ni ha intentado extorsionar a nadie, no es la primera vez que alguien ligado al primer ministro es denunciado por extorsión.
En julio, el periódico local Yedioh Ahronoth, ya denunció los intentos de manipulación de las actas del 7 de octubre, pero fue el pasado martes, tras la publicación de una investigación policial del caso, que este volvió a tener visibilidad.
«Mientras dirijo una guerra y repelo ataques internacionales desde varios frentes, nos enfrentamos a otro aún más poderoso: las noticias falsas de los medios», dijo Netanyahu en respuesta a las acusaciones.
Según medios locales, la oficina de Netanyahu también se habría hecho con imágenes «sensibles» de Yoav Gallant, el ministro de Defensa al que el primer ministro destituyó el pasado martes por las discrepancias que ambos mantenían en cuanto a la gestión de las guerras en Gaza y Líbano.
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