La Asamblea General de la ONU se pronuncia todos los años respecto del embargo de Estados Unidos a Cuba. Las votaciones se realizan desde 1992 y, desde entonces, hay una abrumadora mayoría en el reclamo para que cese el bloqueo comercial.

La Argentina de Javier Milei votó a favor del fin del embargo, lo cual motorizó la eyección de la canciller Diana Mondino. Solamente dos países votaron a favor: Estados Unidos e Israel. Moldavia se abstuvo y la Argentina quedó dentro del bloque de 187 países, una abrumadora mayoría, que se pronunció contra la medida.

El embargo nació primero contra el régimen de Fulgencio Batista. En marzo de 1958, el presidente Dwight Eisenhower lo aplicó en relación a la venta de armas. En octubre de 1960, ya bajo el gobierno de Fidel Castro, se amplió la medida como represalia por las expropiaciones de las compañías de Estados Unidos en la isla. Cuba debió comerciar de manera preferencial con la órbita soviética,

Las medidas se endurecieron a partir de 1962, con la crisis de los misiles, si bien hubo etapas de atenuamiento y endurecimiento. La distensión que llegó a fines de 2014 con el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países no alcanzó al plano comercial.

Las votaciones de la ONU en contra del embargo no son de cumplimiento obligatorio. Estados Unidos mantiene la medida pese a las derrotas diplomáticas en el organismo. La votación de este año coincide con una aguda crisis económica y energética en la isla.

Hasta el triunfo de la Revolución Cubana, en 1959, el 73 por ciento de las exportaciones cubanas se hacían a los Estados Unidos y el 70 por ciento de las importaciones procedían de allí, lo cual marca la dependencia de la isla caribeña respecto de su vecino.

El embargo tiene críticas de gran parte del mundo y, desde que se vota en la ONU, Estados Unidos dispuso el carácter extraterritorial de la medida, con lo cual se sanciona a terceros países que comercien con Cuba. Solamente la venta de medicamentos no está alcanzada por el embargo.