Las ventas de combustibles en Argentina caen un 6% en 2024: septiembre marca un descenso del 11,7%

La venta de combustibles en Argentina continúa en declive, con un descenso del 11,7% en septiembre de 2024, marcando así el octavo mes consecutivo de caídas. Según datos de la Secretaría de Energía de la Nación, en el mes de referencia, las estaciones de servicio despacharon 1.313.875 metros cúbicos de nafta y gasoil, acumulando un retroceso del 6% en lo que va del año.

Este descenso es especialmente notable en los combustibles de mayor costo. La nafta premium sufrió una caída del 21%, con 175.915 m³ vendidos en septiembre, en comparación con 221.713 m³ en el mismo mes de 2023. La nafta súper también experimentó una disminución del 3,7%, mientras que el gasoil común vio una baja del 19%. Aunque el gasoil premium retrocedió, lo hizo en menor medida, con una caída del 8%.

A nivel provincial, la tendencia negativa se ha extendido a casi todo el país, con Santa Cruz como la única excepción, registrando un leve incremento del 3,89% entre agosto y septiembre. Las provincias más afectadas incluyen Córdoba (-10%), Jujuy (-8,68%) y Misiones (-8,57%).

Este descenso en la demanda está ligado al contexto económico del país, marcado por alta inflación y pérdida de poder adquisitivo. Los consumidores priorizan gastos esenciales, lo que reduce el uso de automóviles y, en consecuencia, el consumo de combustibles. Además, el reciente aumento del precio del petróleo en el mercado internacional, con el barril de crudo Brent subiendo de US$71 a US$76 en el último mes, agrega presión al mercado local.

Se anticipa que el 1° de noviembre, las petroleras decidirán si habrá un nuevo aumento en los precios de los combustibles, estimándose que podría superar el 5%. Este ajuste, combinado con la inflación de octubre y la devaluación del peso, podría complicar aún más la situación de las estaciones de servicio en un año ya adverso para el sector.

Con una demanda disminuida y un panorama económico incierto, la industria de combustibles en Argentina enfrenta un desafío complejo, con la esperanza de que las políticas económicas de 2025 puedan ayudar a revertir esta situación.