Tras la escalada en las tensiones entre Israel e Irán, es que se confirmó que el Ejército israelí llevó a cabo ataques aéreos en las cercanías de Teherán y Karaj. Este movimiento se produce tras semanas de creciente tensión entre ambos países, exacerbada por un ataque previo de Irán contra territorio israelí el 1 de octubre.
Las Fuerzas de Defensa de Israel informaron que estos bombardeos fueron dirigidos a objetivos militares y señalaron su derecho a responder a los ataques que han sufrido. Según un comunicado del Ejército, «en respuesta a meses de continuos ataques del régimen de Irán contra el Estado de Israel, las Fuerzas de Defensa están llevando a cabo ataques precisos».
Los bombardeos no se limitaron a Irán; también se reportaron explosiones en las capitales de Irak y Siria. Israel había advertido que respondería a las amenazas, en un contexto de tensiones regionales que involucran a diversos actores. La situación se mantiene delicada, con advertencias de represalias por parte de Irán si continúan los ataques israelíes.
En un comunicado, el Ejército israelí aseguró que “en respuesta a meses de continuos ataques del régimen de Irán contra el Estado de Israel, en este momento las Fuerzas de Defensa de Israel están llevando a cabo ataques precisos contra objetivos militares en Irán”.
“El régimen de Irán y sus aliados en la región han estado atacando implacablemente a Israel desde el 7 de octubre, en siete frentes, incluyendo ataques directos desde suelo iraní. Como cualquier otro país soberano del mundo, el Estado de Israel tiene el derecho y el deber de responder. Nuestras capacidades defensivas y ofensivas están plenamente movilizadas. Haremos todo lo necesario para defender al Estado de Israel y al pueblo de Israel”, agregó la misiva.
Sin comentarios de Estados Unidos
Poco antes, Estados Unidos había desplegado varios aviones de combate F-16 de las unidades de la Fuerza Aérea que mantiene desplegada en la región, lo que sugería que podría producirse alguna acción de este estilo.
Funcionarios de defensa de Estados Unidos han declinado hacer comentarios sobre el ataque. La administración de Joe Biden ha estado presionando a Israel para que evite atacar emplazamientos nucleares o petrolíferos iraníes con la esperanza de no provocar una nueva respuesta iraní e intensificar el conflicto.
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