Pettovello y Cordero analizan nombres para la Subsecretaría de Trabajo con ayuda de la Fundación Pensar, del PRO
La ministra de Capital Humano y el secretario de Trabajo se reunirán este miércoles para hablar del tema, en medio de la expectativa por la posibilidad de que el partido de Mauricio Macri recomiende un experto de sus filas para el puesto. Los posibles postulantes
La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, y el secretario de Trabajo, Julio Cordero, se reunirán este miércoles 23 de octubre con un tema clave en la agenda: cómo se cubrirá la vacante que dejó el desplazamiento de Martín Huidobro de la Subsecretaría de Trabajo. Una posibilidad muy firme es que el nombre sea recomendado por la Fundación Pensar, que pertenece al PRO.
Fuentes oficiales admitieron que se trata de un esquema hablado entre la ministra -amiga de Javier Milei– y Mauricio Macri. Y que forma parte del nombramiento de dirigentes y técnicos del PRO en diversas áreas del Gobierno, luego del acuerdo entre el ex presidente y el asesor presidencial Santiago Caputo. Primero fue la designación de la experta del PRO María del Carmen Tettamanti para encabezar la Secretaría de Energía en lugar de Eduardo Rodríguez Chirillo. En el mismo sentido se interpreta la asunción de Eduardo Bustamante como vicecanciller en reemplazo de Leopoldo Sahores, y se prevé que el diputado del PRO Martín Maquieyra ocupe un lugar en el directorio de YPF.
En el caso de Trabajo, en las últimas horas surgió el nombre de un posible candidato a secundar a Cordero que no pertenece al PRO: se trata de Julio Simón, abogado laboralista, quien fue nombrado como interventor del Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (SOEME) durante el gobierno de Cambiemos por el ministro de Producción y Trabajo Dante Sica.
Pero la figura de Simón surgió como una alternativa en caso de que se frustren las sugerencias que hará la Fundación Pensar, presidida por María Eugenia Vidal, a partir de lo que admitió Macri en los últimos días: “El cambio lo inició el PRO. Ahora la gente decidió que lo continúe La Libertad Avanza y estamos tratando de colaborar con humildad, con generosidad y sin especular”.
La fundación del PRO, una usina de ideas y de equipos del partido, tiene un equipo de especialistas laborales que está liderado por Jorge Triaca, ex ministro de Trabajo del gobierno de Cambiemos. De sus filas surgieron funcionarios laborales como Horacio Pitrau -ex secretario de Trabajo del macrismo y ex subsecretario de Trabajo de Milei-, Karina Palacios -ex directora de Asociaciones Sindicales de la gestión de Triaca- y Esteban Eseverri -ex subsecretario de Planificación de Políticas Socio Laborales del Ministerio de Trabajo-, entre otros. Que son los nombres que ahora circulan para sumarse como número 2 de Cordero y cumplir con los compromisos asumidos por el Gobierno con Macri.
De esos tres potenciales postulantes de la Fundación Pensar, Pitrau es el que cuenta con más experiencia en la gestión y tiene fluidas relaciones con los jefes sindicales. Este abogado penalista especializado en temas laborales ya dirigió la Subsecretaría de Trabajo cuando Omar Yasín (otro técnico del PRO y amigo de Pettovello) fue secretario de Trabajo, al principio de la gestión libertaria, pero fue echado al mes de su asunción: lo acusaron de impulsar una política de acercamiento a la CGT cuando todo el sindicalismo embestía en la calle y la Justicia contra el DNU 70 de Milei.
Sin embargo, esa política fue avalada por Yasín y por Pettovello, que de esa manera pudo tener su primer encuentro público con un jefe sindical de peso como Armando Cavalieri (Comercio), que aceptó sacarse una foto con la ministra libertaria y diferenciarse de la CGT, justamente porque las autoridades laborales diseñaron una política destinada a dividir el frente interno cegetista ante el Gobierno: cada dirigente debía solicitar a la Secretaría de Trabajo una resolución para seguir cobrando la cuota solidaria -clave para la caja sindical-, que había sido puesta en jaque por el decreto presidencial.
De esa forma, imaginaban Yasín y Pitrau, la hostilidad de algunos sindicalistas iba a diluirse ante la necesidad imperiosa de pedirles a los funcionarios de Trabajo una salida para la encerrona que planteaba el DNU 70, que obligaba a que cada trabajador diera su consentimiento explícito para que se le descontara la cuota solidaria. “Este decreto pone en bancarrota a todo el gremio, a las 350 filiales del interior”, se quejó Cavalieri tras la reunión con Pettovello en la que le prometieron una solución.
Pitrau se fue de su cargo el 6 de enero por pedido del ala dura del Gobierno (Nicolás Posse, jefe de Gabinete, y Federico Sturzenegger, por entonces asesor presidencial) sin que lo defendieran Yasín ni su jefa política, Patricia Bullrich, pese a que el funcionario desplazado había integrado el equipo de expertos laborales de la ex jefa del PRO en la campaña electoral. Por esas curiosidades del destino, en ese equipo bullrichista también estaba un abogado de la UIA y de Techint: Julio Cordero.
Por eso algunos referentes libertarios dudan de que, pese a reunir las condiciones necesarias, Pitrau pueda o quiera volver al mismo puesto del que fue echado con una enorme carga de injusticia.
En el caso de Palacios, durante la gestión de Triaca en el Ministerio de Trabajo estuvo a cargo de la estratégica Dirección de Asociaciones Sindicales, una dependencia clave para el poder sindical. ¿Por qué? Porque allí se resuelven los conflictos de encuadramiento, las inspecciones a sindicatos y el otorgamiento (o no) de personerías o de simple inscripción a organizaciones nuevas, además de fiscalizar los movimientos económicos-financieros, la realización de asambleas, congresos y elecciones gremiales y la aprobación o modificación de los estatutos.
Desde marzo pasado, esta especialista del PRO se desempeña dentro del Ministerio de Justicia de CABA como directora general de Transferencias de Competencias y Asuntos Interjurisdiccionales, desde donde tiene un papel decisivo en el traspaso de la Justicia laboral nacional a la Ciudad de Buenos Aires y en la creación del fuero del Trabajo porteño. Por eso se cree muy difícil que deje esa tarea tan importante para la administración de Jorge Macri para sumarse al gobierno libertario.
Como anticipó Infobae, cualquier candidato a subsecretario de Trabajo también debería cumplir un primer requisito: ser aceptado por la CGT o, al menos, no ser rechazado. El flamante acuerdo entre el Gobierno y la cúpula cegetista permite prever que un cargo tan decisivo del andamiaje laboral no será ocupado por ningún enemigo declarado del poder sindical. Esa característica añade otro elemento de tensión a lo que, a priori, parece un simple recambio de funcionarios laborales.
Fuente: Infobae
Rivero. C
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