Este fin de semana, en varias regiones de Italia se vivieron fuertes momentos de pánico  por un temporal que generó destrozos. Las fuertes lluvias e inundaciones que se  iniciaron el sábado, hicieron que las autoridades locales declaren el alerta máxima en el norte y sur. Un muerto, más de 2.000 personas evacuadas e impactantes daños materiales fueron las consecuencias que, hasta la tarde del domingo, generaron las tormentas.

El área de la ciudad de Bolonia, en el norte de Italia, fue una de las zonas que sufrieron mayores estragos y fue una de las cuatro provincias en declarar «alerta roja» hasta la medianoche del domingo. Con un registro de hasta 175 milímetros por metro cuadrado en la ciudad de Bolonia, la cifra superó en más del doble a los 70 milímetros registrados de media durante todo el mes de octubre históricamente, informa la agencia de noticias italiana AGI.

La lluvia generó que numerosas zonas de la ciudad queden inundadas, con su sistemas de alcantarillado incapaz de absorber el agua. Además, durante la noche hubo cortes en el suministro eléctrico que afectaron a unos 15.000 usuarios, cifra que se redujo por la mañana del domingo a 4.000.

Mientras tanto, el municipio de Pianoro duela la muerte de un joven de 20 años que el sábado se encontraba en un coche cuando se desbordó el arroyo Zena a la altura de Botteghino di Zocca. El muchacho fue arrollado por la corriente de agua y recién encontraron su cuerpo el domingo por la mañana.

Las lluvias afectaron también con fuerza a otras ciudades de la región norteña de Emilia-Romaña, como Rávena, Módena o Reggio Emilia, todas en situación de alerta roja. Las inundaciones que anegaron el territorio hicieron que sus autoridades ya anunciaran que pedirán la declaración de un nuevo estado de emergencia. Allí, 2.100 personas tuvieron que ser evacuadas y 15.000 usuarios se quedaron sin suministro eléctrico.

 

Las tormentas, lluvias e inundaciones ya afectan al norte de Italia hace meses. Esta vez también afectó a zonas del sur como la isla de Sicilia, que este 2024 padeció una sequía sin precedentes por una extrema falta de precipitaciones. Allí los servicios de emergencia rescataron a personas que se habían puesto al resguardo sobre los techos de los edificios.

En la provincia siciliana de Agrigento, el río Salto se desbordó en varios puntos e inundó parte de la ciudad costera de Licata. En la Toscana, el río Elsa también se desbordó y las autoridades pidieron a los residentes que eviten los viajes no esenciales.

Según medios italianos, a lo largo de Italia hubo también deslizamientos de tierra, cortes de tráfico o de la circulación de trenes ante el mal tiempo, así como al menos 300 intervenciones de los bomberos.

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, «sigue con atención las consecuencias del mal tiempo», y está en «contacto constante» con las autoridades de Protección Civil, informó su oficina.