La UNSJ mantiene el reclamo por financiamiento universitario y planea nuevas medidas

Estudiantes, docentes y no docentes de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) levantaron la toma de la Facultad de Filosofía tras 12 horas de ocupación, aunque aseguraron que seguirán adelante con un "plan de lucha por la supervivencia de la universidad".

La medida, impulsada inicialmente por la Federación Universitaria, contó con el respaldo de los sindicatos, y desde el Rectorado reconocieron la validez del reclamo, comprometiéndose a garantizar la seguridad de los manifestantes sin intervenir en las acciones.

Cinthia De Luca, presidenta de la Federación Universitaria, explicó que la ocupación de la facultad se llevó a cabo en línea con otras manifestaciones similares en universidades del país. La protesta responde al veto del presidente Javier Milei a una ley que actualizaba los fondos universitarios, lo que ha generado preocupación en la comunidad educativa. «Fue una reunión de estudiantes autoconvocados y de los centros de estudiantes de todas las facultades, donde debatimos la situación y compartimos distintas perspectivas», indicó De Luca.

El reclamo se centra en la defensa de la educación pública y en la crítica a la situación salarial de los docentes, muchos de los cuales, según los manifestantes, ganan por debajo de la línea de pobreza. Además, la falta de financiamiento afecta a 79 estudiantes de la UNSJ que están a la espera de becas de investigación, así como a otros programas de ayuda estudiantil y al comedor universitario.

Durante el fin de semana, la toma se suspendió, pero los integrantes de la multisectorial universitaria anunciaron que se reunirán el próximo lunes en el Complejo Universitario Islas Malvinas (CUIM) para definir nuevas medidas. Entre las opciones, no se descarta la toma de otro edificio o la realización de clases públicas en lugares visibles, con el apoyo de los sindicatos que evalúan un posible paro de docentes y no docentes.

Preocupación por el presupuesto 2025

Ricardo Coca, secretario Administrativo y Financiero de la UNSJ, expresó su preocupación por el futuro presupuestario de la universidad. Tras el veto de Milei, el presupuesto para 2025 cubriría apenas el 55% de lo solicitado, lo que pone en riesgo diversas áreas de la institución. Coca advirtió que, aunque este año lograron mantener las becas y el comedor gracias al aumento presupuestario conseguido tras la marcha de abril, se han visto obligados a recortar en equipamiento, intercambios estudiantiles y congresos. Además, los costos operativos han aumentado significativamente debido a las subas en los servicios de luz y gas, lo que ha agravado la situación financiera.

Ante este escenario, la UNSJ se enfrenta a la necesidad de encontrar soluciones que aseguren la continuidad de sus actividades y el bienestar de su comunidad educativa.

 

 

Op: Juan Llarena

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