El Gobierno prepara una baja de aranceles para importar motos: qué pasará con los autos
La decisión de bajar del 35% al 20% el derecho de importación para las motos sólo espera la publicación en el Boletín Oficial para ser realidad. Los importadores de autos quieren lo mismo pero el 86% de los autos que entran a la Argentina vienen de Brasil sin pagar arancel. Ese es el principal obstáculo que parece imposible de sortear
La decisión del Ministerio de Economía de bajar la alícuota que se aplica a la importación de motos y de neumáticos para vehículos de dos y cuatro ruedas cumplió diez días desde el anuncio realizado por Luis Caputo en su perfil de X, pese a lo cual todavía no tiene resolución publicada en el Boletín oficial para que pueda ser implementada.
Si bien sólo parece una cuestión de tiempos y reglamentación, vale señalar, a modo de referencia, que en el mismo “paquete de medidas” está también la reducción del arancel a la importación de moldes y matrices para la industria autopartista que ya se había anunciado en mayo y que se esperaba para fines de julio, pero por el momento sigue en espera.
El solo hecho de escuchar que se baja un arancel de importación de un 35% al 20%, ha generado nuevamente un debate de larga data en la industria automotriz, ya que esa es también la alícuota que se aplica a todos los vehículos terminados (CBU) que provienen de extra zona, es decir, aquellos que llegan desde destinos fuera de la región como Europa, Asia o Estados Unidos, y por la cual los importadores vienen reclamando a cada gobierno como la principal causa del alto precio de los autos importados en Argentina.
Brasil, México y Colombia son los países con los que existen convenios de intercambio sin arancel de importación. Esto es lo que ha permitido que las terminales argentinas hayan podido aprovechar la actual apertura irrestricta de importaciones para volver a traer un gran volumen de unidades desde esos países, en proporción mucho mayor a los de otros mercados internacionales.
Actualmente, el 91,2% del mercado de autos importados proviene de estos tres países, con un porcentaje preponderante del 86,2% que corresponde a Brasil, un 2,7% a México y un 2,3% a Colombia. El restante 8,8% llega desde otros destinos extra zona, con China como el más fuerte con un 4,9% y Alemania con un 1%. Japón y Corea tienen el 0,5% y 0,4% respectivamente, y el resto de los destinos están por debajo del 0,4%.
Si bien el mercado está cambiando mes a mes, por lo que estos porcentajes se mueven permanentemente, la generalidad es que Brasil se lleva cada vez un mayor porcentaje del mercado por su escala industrial superior a la de toda la región, y una oferta de productos y marcas mucho más relevante que México y Colombia, los otros países que importan con arancel 0%.
Más allá de una discusión respecto a si es justa o injusta la proporción de autos brasileños respecto a los argentinos, y al esquema industrial que tienen las fábricas automotrices con plantas en ambos países que se intercambian modelos distintos, hace que a las terminales automotrices argentinas les resulte conveniente este arancel del 35% actual.
Pero por sobre lo que las marcas quieran o necesiten, hay un convenio de comercio entre Argentina y Brasil llamado ACE 14 (Acuerdo de Complementación Económica 14), que sostiene que ese es el arancel de importación en ambos países para automóviles de extra zona, y que tiene vigencia hasta el 30 de junio de 2029. Esa es la principal razón por la cual, aun queriendo hacerlo, el gobierno argentino no podría bajar el arancel del 35% a un 20% para la importación de autos de cualquier destino fuera de la región.
“Ese acuerdo hace que no se pueda tocar el arancel hasta el 2029. Lo podés hacer unilateralmente pero vas a un conflicto con Brasil. Por otro lado, acordar con ellos para bajarlo ambos países no parece posible porque Brasil tampoco quiere que le empiecen a llover autos de afuera, menos ahora que recibieron tantos anuncios de inversiones”, señaló un analista de la industria automotriz.
“El arancel del 35% es el máximo que permite la Organización Mundial de Comercio (OMC), y se establece conceptualmente como una barrera provisoria para proteger la industria de un país en determinadas circunstancias y por período de tiempo acotado a no más de tres años. Sin embargo, como todo en Argentina, como pasó con el impuesto al cheque, fue un ‘provisorio para siempre’, y el arancel del 35% se quedó. Es un enorme beneficio para las fábricas, porque les asegura tener cautivo al mercado con productos que no tienen que competir con autos de mejor calidad como los importados porque está blindada”, dijo a Infobae un empresario importador.
“Esa es una mirada parcial”, respondió un ejecutivo de una terminal automotriz. “Fabricar autos implica primero una inversión gigantesca y un compromiso de largo plazo, que genera miles de empleos directos e indirectos porque además de las plantas están los proveedores y los proveedores de los proveedores. Todo eso, además de dar valor a la industria, implica aportar muchísimo dinero en impuestos, algo que venimos pidiendo bajar urgentemente para poder exportar en condiciones más competitivas, y que el sector no tendría sin industrias. No es un caso comparable con el de las motos, porque ellos no exportan, y esa ya es una gran diferencia”, explicó.
Claramente son dos posturas extremas defendiendo la posición que cada uno, pero hay una tercera mirada, un poco más objetiva que vale la pena observar. Es la de un importador que entiende que podría buscarse un esquema intermedio hasta llegar a 2029.
“No podemos desconocer que la industria automotriz da empleo y genera valor. Pero también es cierto que se han aprovechado de esa situación durante muchos años para hacer autos con la famosa ‘calidad Mercosur’, que ya sabemos lo que significa, no es comparable a la de los autos europeos o asiáticos. Eso se está revirtiendo ahora porque para exportar tienen que competir con plantas de otras partes del mundo. Se puede ver en la calidad de vehículos como Ford Ranger y Peugeot 2008, los últimos dos lanzamientos industriales de marcas que fabrican en Argentina, que elevaron la vara. De todos modos, los importadores traemos autos de una tecnología que no se fabrica en el país y somos muy chicos en la escala, no les cambiaríamos la cuenta. Al menos podríamos tener la posibilidad de poder importar por el MLC o por afuera indistintamente según el momento del mercado y de las cotizaciones de las divisas, eso nos daría un poco más de cintura. Creemos que se va a normalizar y por eso nos animamos a traer más modelos, pero las condiciones siguen siendo desventajosas”, argumentó.
Fuente: Infobae
Rivero. C
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