El Presidente tiene plazo hasta mañana para firmar el veto a la ley de financiamiento a las universidades. Silencio de Mauricio Macri y tensión con el PRO.
Mensaje al PRO
Ayer por la tarde en Casa Rosada, la ministra de Seguridad anunció junto a Karina Milei y a Sebastián Pareja que se fusionaba con LLA el sector del PRO que responde a su jefatura. Un mensaje directo no sólo a Ritondo sino también a Mauricio Macri de cara al armado electoral al que aspira el oficialismo para las legislativas 2025. El oficialismo incluso prepara un acto para el fin de semana largo de octubre donde la secretaria general de la presidencia presentará el partido de gobierno a nivel bonaerense. La Matanza, donde ayer estuvo Cristina Fernández de Kirchner, La Plata o Tres de Febrero son las locaciones posibles.
«Los docentes universitarios tienen que tener una solución a su atraso salarial, no pueden ser los que pierdan en esta disputa sectorial», agregó anoche Ritondo quien el próximo martes volverá a reunir al bloque con el veto al financiamiento educativo ya firmado. La Casa Rosada contra oferta explorar una salida en el marco del Presupuesto 2025 para no afectar el axioma de hierro del equilibrio fiscal. Pero el proyecto ni siquiera aterrizó en la comisión de Presupuesto y Hacienda de José Luis Espert. Luego de una tensa reunión con los gobernadores de provincias, Luis «Toto» Caputo tuvo que mandar a rehacer el proyecto, en especial el anexo referido a obra pública.
El veto en el recinto
En ese contexto, serán determinantes también los gobernadores del PRO, Rogelio Frigerio (PRO) e Ignacio Torres (Chubut) quienes tienen una agenda provincial con urgencias territoriales propias más allá del bloque de diputados. Serán tan determinantes las presencias como las ausencias a la hora de someter a votación el veto en el recinto. No sólo por la movilización popular que rodeará al Congreso ese día sino también por el volumen y tonicidad del conflicto con las universidades, más sostenible en el tiempo que las protestas de los jubilados.
El Gobierno sintió en los estudios de opinión pública el costo político del veto a la mejora de las jubilaciones. Y ahora se enfrenta a otro martillazo a la imagen presidencial frente al sector universitario, un universo aun mas amplio, anclado en la clase media y donde anida además una parte del núcleo duro de votantes de Javier Milei, los varones menores de 25 años de bajos ingresos. A esa delicada coyuntura se agrega que, a diferencia del veto a los jubilados, cuando el Presidente obtuvo el inmediato respaldo de Mauricio Macri a través de un comunicado del PRO, esta vez aturde el silencio del jefe del partido amarillo.
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