El exministro de Economía fue muy crítico y advirtió que el año próximo hay que amortizar unos u$s3.000 millones en enero y otra cifra similar en julio.
Deuda: las razones que esgrime Guzmán
El ex ministro, autor del último canje, señala que la actual ley de Administración Financiera le impide al Poder Ejecutivo asumir tasas de mercado en operaciones con bonos en dólares. Para ello debería pedir autorización al Poder Legislativo. Cabe recordar que aunque los actuales bonos pagan un interés del 3% anual, al valer en el mercado cerca de la mitad de su precio de emisión, esa tasa se convierte en un 16% anual, en el caso del GD38. El razonamiento del ex ministro es que si Luis Caputo quisiera pasar los vencimiento del GD30 para el 2038, debería asumir esa tasa nueva.
Guzmán señaló que “esto es un canje implícito aunque el hecho de que no lo llamen así puede tener que ver con el hecho de que las calificadoras de riesgo penalizan los canjes, ya que están asociados a rebajas de calificación”, explicó.
El ex funcionario dijo que “se pueden hacer las operaciones que se quieran pero si el país no tiene capacidad de generar divisas no va a mejorar el perfil de la deuda”.
La hipótesis de Guzmán es que si Caputo abre un canje de deuda por los u$s6.000 millones que vencen en 2025, asumiría en una negociación con los bonistas el total de la tasa del mercado. Es decir, que el actual titular del Palacio de Hacienda no buscaría pagar una tasa menor.
Por eso, advirtió que el DNU “tiene consecuencias desestabilizantes para la economía porque ir haciendo operaciones de este tipo conlleva a que la carga de la deuda sea cada vez mayor”. “Es necesario un superávit primario más alto para poder servir los intereses de la deuda. Eso tiene un impacto en la macro y disminuye la actividad económica”, indicó.
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