Víctor Moriñigo, presidente del Consejo Interuniversitario: «Le pedimos al presidente Javier Milei que priorice la educación»
P: Todo hace suponer que los legisladores radicales que acompañaron el veto del presidente a la Ley de Movilidad Jubilatoria, harán lo mismo con la Ley de Financiamiento Educativo.
VM: Tenemos que hacer cuentas matemáticas. La Ley de Financiamiento Educativo en Diputados obtuvo 144 votos que se consiguieron en horas de la madrugada por lo tanto quienes no la votaron no se encontraban en el recinto. Estamos a unos 26 votos de los 170. Esto quiere decir que si bien es difícil no estamos tan lejos, sobre todo pensando que la universidad pública tiene un fuerte arraigo y la mayoría de los diputados nacionales deben volver a sus provincias y explicar por qué motivos votaron en contra de su universidad. Con los jubilados no se pusieron colorados y no dieron explicaciones, pero lamentablemente los jubilados no tienen un gremio que los nuclee y que haga que los legisladores se pongan colorados. Hay una consideración social. Por eso será difícil levantar la mano en contra de la universidad pública.
P: El presidente Milei anunció que en ese caso iría a la Justicia…
VM: Le diría humildemente al presidente Milei que debería tender puentes para buscar una solución y, si realmente el problema es el financiamiento yo aseguro que en una mesa de decisión le podemos encontrar la vuelta. No hay que olvidarse que los trabajadores universitarios docentes y no docentes tenemos una pérdida de 50 puntos con respecto a la inflación y, si hilamos más fino tenemos una pérdida de 20 puntos contra los otros empleados estatales. ¿Cómo se le explica a un trabajador universitario que su salario tiene esa diferencia con otros salarios de agentes estatales? Cuando uno le consulta al Gobierno nacional no saben qué responder. Uno no sabe si el gobierno no supo, no quiso o no pudo resolver el tema. La cuestión es que llegamos a septiembre y esa diferencia no fue subsanada. Es algo inexplicable.
P: ¿Está anticipando la concreción de una movilización como la del 23 de abril pasado?
VM: Sí. El martes próximo llevaremos a cabo una reunión en el Consejo Interuniversitario Nacional con la participación de los gremios docentes y no docentes oportunidad en que se anunciará la fecha en que saldremos a defender a la universidad pública como lo hicimos el 23 de abril pasado.
P: ¿Después de la marcha qué sigue, si el Gobierno nacional no tiene intenciones de ceder?
VM: Primero, si yo fuese Gobierno después de la marcha convocaría a los gremios docentes y no docentes y les daría los 20 puntos de diferencia que tenemos con los otros empleados estatales, entonces nos quedaría negociar la diferencia de 30 puntos.
P: Luego de la marcha del 23 de abril cuando otorgó el 270 % para funcionamiento, el Gobierno volvió a cerrar el diálogo. ¿Coincide?
VM: Es cierto, lo tuvo con los rectores y rectoras entendiendo que el 270 % no era caprichoso entendiendo que, por ejemplo, no teníamos dinero para pagar siquiera los servicios, y tuvo diálogo después de un error no forzado que fue otorgarle a la UBA en primer lugar dejando de lado a las demás universidades. Ojalá que de esto hayamos entendido todos y encontremos una diagonal a este tema porque encima tenemos el Presupuesto 2025 que tenemos un indicio de lo que será y que no se podrá modificar en todo el año.
P: ¿Desequilibra el frente fiscal la Ley de Financiamiento Educativo?
VM: No. El Gobierno nacional tienen un superávit de enero a agosto que supera los 2.000 millones de pesos y, con ese superávit se podría pagar el financiamiento educativo. También podría haber tomado el dinero de las garantías sustentables. Por eso lo que sucede es que no se quiere solucionar el tema universitario. El gobierno debería entender que una derrota ideológica es una victoria en lo político que da futuro en otras peleas que son de igual o mayor importancia que la universitaria.
P: ¿Qué sucederá con el segundo cuatrimestre?
VM: El segundo cuatrimestre ya comenzó, por eso más allá de veto o no, más allá de conseguir los dos tercios en diputados o la concreción de una próxima marcha educativa debemos dar previsibilidad y crear para el último trimestre algún salvavidas.
P: ¿Se puede llegar a perder el año?
VM: Entiendo que no, y será no porque el gobierno nacional nos tire una ayuda sino por el compromiso de los docentes y no docentes, por su dedicación al trabajo y por el vehículo con los estudiantes que necesitan no quedar tirados al costado del camino.
P: Concretamente, ¿a cuánto alcanza el presupuesto universitario para el 2025?
VM: Nosotros planteamos 7,1 billones de pesos y el gobierno nacional proyectó 3,8 billones de pesos, la diferencia de 3,3 billones de pesos son los salarios bien calculados. Con esta previsión lo que está haciendo el Gobierno nacional es echarle llave cerrojo a las universidades públicas. El 2025 las universidades públicas vivirán la misma situación que el 2024 pero con salarios más despreciados.
P: Mientras la universidad pública discute salarios y financiamiento, la privada sigue creciendo…
VM: La universidad privada se lleva talentos universitarios a mejor precio salarial y capaz que no controla tanto la incompatibilidad como si lo hace la universidad pública. Esto nos sucede también con el sistema científico de Chile y Brasil que empiezan a tentar a los investigadores argentinos con mejores ofertas laborales. También hay disparidad con universidades de Brasil o México. Esa disparidad viene existiendo desde hace unos 40 años, pero estamos a la misma altura en el nivel académico. Más allá de los avatares económicos del país los universitarios argentinos siempre se destacaron por sobre los universitarios de otros países.
P: Si usted estuviera frente a frente con Milei, ¿qué le diría?
VM: Presidente invítenos a comer un asado también a los rectores y le podemos decir que también que las universidades podemos estar a disposición de su proyecto país estemos de acuerdo o no, pero en los próximos tres años y medio usted es el Presidente, debemos generar empatía y le pido que derribe los prejuicios porque la universidad no es lo que le vienen contando.
Fuente: ÁMBITO
Por: Graciela Herrera
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