“No puedo creer que nos acusen de trata”, expresó el exmarino nacido en Jáchal respecto a la investigación que se abrió por la desaparición de Loan Danilo Peña.
En medio de la conmoción por la desaparición del pequeño Loan Danilo Peña, la declaración de Carlos Pérez, exmarino y esposo de Victoria Caillava, ha arrojado nuevas luces sobre el caso. En un giro inesperado, Pérez expresó con incredulidad la posibilidad de que él y su esposa sean considerados los principales sospechosos en una trama de secuestro y trata de personas.
«Somos la hipótesis número 1. Si hubo una trata de un secuestro de un niño para negociarlo, nosotros somos los compradores. No lo puedo creer, sinceramente«, declaró Pérez. Estas palabras, llenas de sorpresa y desdén, han generado un fuerte impacto en la opinión pública y en el curso de la investigación.
La declaración de Pérez no solo se centró en su indignación, sino que también detalló los eventos previos a la desaparición del niño. Relató que fue invitado a una reunión familiar organizada por Catalina, la abuela de Loan, con motivo de la celebración de San Antonio, el 13 de junio. «Nos ofreció un almuerzo… del cual ella es devota y de hecho tiene un altar en su casa»,describió el exmarino.
Pérez destacó que fue su esposa, Victoria Caillava, quien insistió en asistir a la reunión. «Yo estoy muy acostumbrado a acompañar a mi esposa a todo ese tipo de reuniones que tiene permanentemente por su actividad en el municipio, pero aparte por su personalidad, de ser una persona sumamente amistosa y muy apreciada por todo el mundo», explicó, sugiriendo que su presencia en el evento era rutinaria y sin intenciones ocultas.
El exmilitar también aportó su versión sobre el momento de la desaparición de Loan, de solo 5 años. «Nos dirigimos hacia la camioneta porque nos estábamos yendo. Después me entero que la tía (Laudelina), en ese momento que estaban juntando a las mandarinas, aparentemente recibió un llamado, supuestamente de su esposo, consultándole por el niño, si había llegado», relató. Según Pérez, en esos momentos se dijo que Loan «se había trasladado… a un lugar donde también hay frutales de aproximadamente 600 metros de ese lugar».
En cuanto al comportamiento del niño durante el almuerzo, Pérez recordó que Loan «durante la comida, un par de veces se había ido y había venido». Añadió que el niño «tenía una especial preocupación por el caballo, porque aparentemente habían venido con su papá a caballo desde el 9 de julio» y que el animal «estaba suelto».
FUENTE: A24
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