Disminuir el uso de la tecnología

Disminuir el uso del celular y redes sociales.

No es recomendable estar expuestos a la radiación de las pantallas y los objetos tecnológicos antes de dormir. Tampoco se aconseja hacerlo apenas te levantas. Si bien la mayoría de las personas tienen la costumbre de revisar el celular al despertar para verificar la hora o responder mensajes, esto puede resultar perjudicial para el cerebro y abrumarlo con demasiada carga de información.

Además, el uso excesivo de redes sociales libera dopamina, una hormona vinculada a la felicidad. Aunque puede sonar positivo, no lo es, ya que si se produce en gran cantidad en las primera horas del día, es posible que llegues a la noche más cansado y con el tiempo afecte tu estado de ánimo. Se recomienda utilizarlas a partir del mediodía en lo posible.

Realizar meditación

Meditación.

Gentileza: El Arte de Vivir

Meditar es un ejercicio muy beneficioso para comenzar el día. Te ayuda a liberar estrés y ansiedad, y a calmar la mente. A través de esta actividad uno busca enfocarse en el presente y disfrutar el alrededor sin abrumarse al pensar en eventos futuros.

Ser más organizado

A algunas personas les cuesta ser más organizados que a otras, sin embargo, es fundamental trabajar en este aspecto para tener un mejor rendimiento en el día a día y poder realizar todos los pendientes de forma eficaz. Un consejo es preparar las actividades el día anterior. Coordinar los horarios de tu agenda y las cosas que necesitas para encarar tu día te ayudará a ahorrar tiempo y reducir el estrés.

Hacer ejercicio

Empezar el día haciendo ejercicio es altamente recomendado por los efectos positivos que tiene en el organismo. Con tan solo 10 minutos de actividad física por la mañana lograrás mejorar tu estado de ánimo y tu nivel de energía para llevar a cabo tus actividades diarias.

Incluir frutas en el desayuno

Desayuno saludable.

El desayuno es la comida más importante del día ya que te proporciona de las energías necesarias para desempeñar tus actividades. El café o té a la mañana es un hábito muy instalado, sin embargo no es el más recomendable. Se recomienda un desayuno más completo que incorpore vitaminas, proteínas y fibra. En este sentido, las frutas a la mañana son una gran opción.

La manzana es uno de los alimentos más recomendados por los especialistas por su contenido de fructosa, un azúcar natural que junto a su fibra distribuye energía lentamente por el cuerpo, teniendo un efecto similar al de la cafeína.